Ahora, puedes seguirme en wattpad
Qué bien no?? Ole!!
A que lo estabas esperando con impaciencia???
Sígueme! http://www.wattpad.com/user/AbuelaTeCuenta/
Siempre en busca de editorial. Como sabéis, mi NOVELA "Las Vacaciones que iluminaron Mi Vida" ha obtenido magníficas valoraciones. Gracias por vuestras lecturas y comentarios, ya que también aquí, escribo relatos, cuentos, o poesía Infantil. (Mis Cuentos publicados en Amazon, han estado situados en el nº 1 de ventas) Gracias por leerme. Comenta, no te cortes.
analyticstracking.php
analyticsTraking
?php>
lunes, 18 de mayo de 2015
jueves, 14 de mayo de 2015
CRISÁLIDA
Brazos ensangrentados, piernas, cuerpos, cabezas, tripas a medio comer… El barracón apestaba a muerte… González relataba a un sargento la historia entre gritos de locura histérica…
¡No… AhaaahaAAAaaa!!!
Gritaba sacudiéndose invisibles objetos de sus hombros y sus ropas.
¡El cabo Juarez, mi sargento... El cabo Juarez!!!
¡La crisálida!
Volvía a sacudirse compulsivamente.
¡La crisálida de la nave espacial!...
¡Era hermosa, brillante, bellísima!…
La guardó en esa pecera
Mostró una pecera hecha añicos.
Emergió un monstruo horrible de pavorosas, enormes fauces… Desprendiendo gas adormecedor mientras cortaba extremidades, cabezas, devoraba intestinos para a medio comer comenzar con otro.
¡AhaaahaAAAaaa!!!
Copyright © 2015 AbuelaTeCuenta All raights reserved
VACACIONES PAGADAS
¡Vacaciones gratuitas para toda la familia!
Pronto volamos hacia aquella felicidad pagada.
Hallamos al llegar, extraños habitantes: mujeres que abrazaban acariciando a mis hijos advirtiéndoles con todo cariño:
“¡No pongáis las manos en el suelo!”
"¡Por ningún motivo toquéis el suelo!"
Niños y mayores padecían diversas amputaciones de brazos o dedos que encogían el ánimo y hacían sospechar a mi familia que algo extraño se ocultaba tras las losas grises que conformaban el pavimentado del pueblo.
Los niños de los pueblerinos caminaban protegidos, transportados con sumo cuidado sobre los brazos de sus mamás o papás.
Enseguida se me vino a la mente la existencia de un virus o bacterias apoderados del terreno… Cuando...
Juanito, mi pequeño, cayó de bruces en medio de la calle.
En un instante, unas pinzas rojas enormes y pertenecientes a algún monstruo de tamaño descomunal e increíble brotaron, aparecieron rompiendo el empedrado de baldosas en el justo momento que levanté a Juanito cogiéndole de la cintura del pantalón y alzándole para protegerle hasta más arriba de mi cuerpo.
Con el corazón encogido recordé que...
El nombre del pueblo era...
“lost fingers babies”
Copyright © 2015 AbuelaTeCuenta All raights reserved
martes, 12 de mayo de 2015
SUEÑO
Sueño
Descubrir nuevos mundos ,
Descubrir nuevos mundos ,
rozando dos cuerpos,
deslizarnos unidos,
desnudos, desiertos.
Bañados de arena,
Bañados de arena,
de luna de hielo,
retozamos curiosos
paseando los dedos.
Atrapamos tesoros
jugosos, picudos... punzantes, erectos.
Caminos de lenguas
Caminos de lenguas
recorren senderos,
escrutando lugares
que ni tú, ni yo... conocemos.
Se unen dos lenguas
Se unen dos lenguas
en cálidos besos... lujuria y deseo.
¡Descúbreme en la cumbre;
alcánzame junto a tu sueño!
Copyright © 2015 AbuelaTeCuenta All raights reserved
Copyright © 2015 AbuelaTeCuenta All raights reserved
jueves, 7 de mayo de 2015
Oh, La vida
La
vida, juego de azar,
Unas
veces comprensivo,
Mientras
otras... Despiadado.
No
pregunta, No informa,
Quién
te ha de concebir.
Si es
que gozas con sufrir,
O si lo
tuyo es gozar,
Y a tu
cuerpo deleitar
De placeres, o manjares.
Toma
riendas del amor,
Se
recrea en el dolor.
Reclama
tu comprensión,
Cuando no
hay ya remisión.
Cuando bien
ya la erró...
¡Ten
paciencia! Reclamó.
La vida…
La vida es..
Una ruleta. Copyright © 2015 AbuelaTeCuenta All raights reserved
miércoles, 6 de mayo de 2015
ES MEJOR QUEMARSE!
"Es mejor quemarse, que apagarse lentamente...
Créeme Julia...
Es mucho mejor...
Te quemas una vez y ya….
Estas cosas, cuanto más las piensas es peor...
Debes hacerlo por tu bien...
¡Déjale!...
¡Hoy te parecerá precipitado, pero mañana comprenderás que no había otro camino... que tú así... no puedes continuar, que sufrimos por ti, todos los que te queremos!...
¡Déjale!...
¡Ven a casa, criatura!"...
Mantenía esta conversación con su hija, ya estaba harta de verla llegar con moretones y ya... la clásica disculpa de “Me caí” no servía.
Al principio se dejaba engañar, por darle a él un voto de confianza y porque conocía el genio de ella, que le sería difícil quedarse quieta, y también era conocedora de que ese genio, le haría hablar, contestar más de la cuenta, no callarse nada; ni ante nadie.
Muchas veces ese tipo de carácter juega a nuestro favor, sin embargo, otras, puede llegar a ser nuestra ruina.
"¡Basta de disculpas y de sentirnos culpables!
¡En estas cosas no se puede dar tiempo ni oportunidad!"
Víctor era de estos buenos chicos... de apariencia tranquila y paciente, que tienden a llevar dentro de sí una bomba de relojería que detona sin aviso previo, al colmarse su paciencia y entonces... estalla en locura.
De estos “Cascabelitos en casa ajena” que a todos cae bien, y de quien todos desconocen ese lado explosivo que trae la confianza, y la convivencia.
"¡Mañana paso a recogerte!...
No te hará falta traerte nada
No te preocupes...
¡Mejor, me pasaré ahora!
Sí; mejor ahora...
¡Ahora mismo voy para allá!...
¡Ahora mismo voy para allá!...
No importa que no quieras… ¡Prefiero que me odies, a verte mañana como titular en las noticias!"
Fue la última palabra de aquella conversación, cerró el teléfono móvil y cambió de dirección encaminándose hacia la casa de su hija.
Se encontraba a muy pocas manzanas de su destino, así que llegó enseguida.
Se encontraba a muy pocas manzanas de su destino, así que llegó enseguida.
Julia abrió la puerta sólo una rendija.
- ¡Vete, mamá! –
Advirtió en voz baja desde el otro lado de la puerta.
Beatriz, pegó un empujón a la puerta, cogió a su hija de la mano y con el brazo derecho alzado amenazó con su bolso a Víctor que suplicaba.
- ¡Está usted equivocada Beatriz!
¡Está usted equivocada, su hija no corre ningún peligro aquí!
Su hija está bien conmigo y nadie le hace daño –
Beatriz movió con todas sus fuerzas el brazo de derecha a izquierda, haciendo pasar su bolso cerca de la cara de Víctor, aunque le separaban unos treinta centímetros de estatura, no se amedrentaba y seguía agitando el bolso ante su cara con el fin de mantenerle alejado.
Tiró del brazo de su hija, y se la llevó escaleras abajo.
Mientras iba murmurando entre dientes…
- Está usted equivocada… Está usted equivocada…
¡Maldito hijo de la grandísima!...
¿Y quién le ha hecho esto a mi hija?
¿Quién le ha hecho esto? –
Clamaba llena de furia mostrando la cara inflamada de Julia, que se dejaba arrastrar por aquella pequeña mujer engrandecida, capaz de detener un volcán en erupción que en ese momento, se le pusiera por delante.
- No pasa nada, mi niña, ahora estás con mamá, no permitiré que nadie vuelva a hacerte daño...
Debí pararlo todo la primera vez que “Te caíste”
Debí pararlo todo la primera vez que “Te caíste”
Sí, debí hacerlo entonces –
Relato premiado con el segundo puesto.
Copyright © 2015 AbuelaTeCuenta All raights reserved
Relato premiado con el segundo puesto.
Copyright © 2015 AbuelaTeCuenta All raights reserved
martes, 5 de mayo de 2015
Un tacón de aguja
El
incómodo cadáver del mediador familiar, comenzaba a oler, Rebeca continuaba
acurrucada en un rincón mesándose los cabellos, no podía sobreponerse al hecho.
Todo
ocurrió tan rápido…
Peleábamos
en el jardín, justo en el momento que entró el ahora finado, Rebeca me había
lanzado su zapato de plataforma que fue a caer con el tacón hacia arriba.
El
infeliz tras tropezar, en el pequeño escalón de la entrada, perdió el
equilibrio cayendo sobre el tacón de quince centímetros. Allí estaba el hombre,
con la cara cubierta por el zapato y el tacón de aguja clavado en la frente. Copyright © 2015 AbuelaTeCuenta All raights reserved
lunes, 4 de mayo de 2015
EL HIJO DEL HEREJE
Su hijo Ricardito sólo tenía tres meses cuando Ricardo, su esposo partió hacia la guerra después de establecer su pequeña hacienda cerca de una de las fronteras más sólidas creadas en Al-Andalus; la llamada Sherish que debía contener los envites de las hordas árabes y demás chusmas venidas del cercano continente africano.
Pero... La contención como tal, no era suficiente para Ricardo.
Ricardo era hombre de luchas continuas, de cruces de espadas embriagantes de adrenalina, así que se alistó para empujar a la expulsión de los reinos de granada a todos los usurpadores que confiaban ya en quedarse en esos reinos para siempre.
Ahora, Aldamira se encontraba embarazada y muy próxima a parir un hijo no deseado, al que juró no alumbrar con vida.
Los dolores del parto se estaban haciendo cada vez más insoportables, no se mantenía ya en pie, aunque sabía que sin ayuda, no podría tenderse en ningún sitio, debía permanecer en posición en cuclillas, dejando así que la fuerza ejercida por la tierra fuese capaz de ayudar al parto. Con las piernas lo más abiertas que podía soportar, y, pese al deseo de matar a aquél pequeño intruso, debía mantener la posición y agarrarse a algo para no caer de espaldas.
Si al menos estuviese allí Adela, la que había sido su criada, pero a ella, nueve meses atrás, se la habían llevado los malditos herejes el día que lo devastaron todo.
Recordaba de aquél día el destrozo de cosechas, aquellas que había plantado con tanto trabajo, cavando mientras cargaba a su espalda su pequeño hijito, el pequeño Ricardo.
Recordaba de aquél día el destrozo de cosechas, aquellas que había plantado con tanto trabajo, cavando mientras cargaba a su espalda su pequeño hijito, el pequeño Ricardo.
Menos mal que le dio tiempo de esconderle bajo el suelo de la casa mientras ella era mancillada. Habían ensayado algunas veces una posible situación de sitio o de ataque y al principio, para que el niño se acostumbrase a la situación sin miedo, se escondía ella con el niño bajo las tablas. Un pequeño espacio entarimado en la cocina sobre un suelo de tierra negra.
Poco a poco, lo iba dejando un rato solo, y cada vez un rato más largo, hasta conseguir que el pequeño estuviese tranquilo y pudiera llegar a quedarse dormido en el estrecho y oscuro escondite.
Ahora, los dolores se hacían más y más cortos en el tiempo y más y más largos en su angustiosa duración, hasta llegar a unirse uno a otro para hacerse continuos e insoportables hasta el punto de hacerle perder el temor a gritar y llamar la atención de un posible enemigo...
Desde el desgraciado suceso, tenía miedo de todo y toda prudencia le parecía poca. Ricardito en su media lengua le preguntaba:
Desde el desgraciado suceso, tenía miedo de todo y toda prudencia le parecía poca. Ricardito en su media lengua le preguntaba:
- ¿Duele mamá?
¿Por qué duele mamá, tienes pupa? – preguntaba el nene acariciando la rodilla de su madre.
Ella, pidió a Ricardito que le acercase un chuchillo y un cordel.
El hijo del hereje se abrió camino por entre las dos piernas en flexión, y la madre asesina, con las pequeñas fuerzas que le quedaban, bajó sus manos, recogió su cabeza y con el máximo de cariño, ayudó a nacer a su bebé. Lo tomó en sus brazos, ató y cortó el cordón umbilical, se le quedó contemplando un rato, mirando aquellos ojitos negros y aquel pelo oscuro con la mayor de las dulzuras.
- ¿Puedo coger al nene? – Preguntó Ricardito.
- No, el nene es muy pequeñito, cariño y tú también. Se te podría caer y hacerse daño.
¡Nadie te hará daño, precioso morenito mío!
¡Y que no es guapo mi niño!
¡Mamá está aquí para defender a sus dos tesoros!
miércoles, 29 de abril de 2015
Día Internacional de la Danza. Mis sueños de niñez
Mi mundo de sueños,
de dances
descalzos,
que frente
al espejo,
disfruto
soñando.
Cajitas
de música,
repiten
el canto,
precioso
dueto,
de giros
y pasos.
El baile
me invento,
también
los aplausos,
saludo al
reflejo…
Y sigo
bailando.
Copyright © 2015 AbuelaTeCuenta All raights reserved
viernes, 24 de abril de 2015
Estudiando Naturales
Los días de castigo se hacían interminables
El libro de naturales abierto sobre la mesa de escritorio, convenientemente
preparado para cuando entre papá o mamá.
Tras cinco minutos contemplando el libro,
ocurría la infinita maravilla de lo inesperado… Un inmenso universo paralelo, penetraba
en mi pequeña habitación a través de mi exigua ventana, para transportarme en sus brazos a través de mundos infinitamente
distantes e infinitamente desconocidos, habitados por diversos y extraños seres
capaces de vivir en una plácida, inigualable armonía.
Al poco, me veía flotando
en un camino formado de estrellas, nebulosas, y diminutos cuerpos celestes
ascendentes.
El libro permanecía sobre la mesa como una
huella terrible e imperecedera de mi castigo, le veía cada vez desde más lejos
hasta haberse convertido en un punto microscópico incapaz de ser diferenciado
de los demás puntitos estelares.
Mi mirada seguía fija en el puntito, mientras
me alejaba flotando. Soportaban el peso de mis pies, dulces y hermosas flores
aladas que iban desprendiendo sus deleitosos aromas frutales conocidos por mí como
mandarina, manzana o pomelo.
Me llevaron como tele-transportado, hasta un
jardín donde las mariposas se comportaban exactamente igual que aquí las
flores, prendidas de sus tallos libres de espinas, aleteando sus alas al
viento para hacer desprender su jugoso y brillante polen, más allá pude ver
flores abejas preciosas con relucientes rayitas doradas libres también de
aguijones. Las flores que me habían traído, tras depositarme en el suelo,
volaron a libar ávidas de aquél zumo dulzón que producían las flores abejas.
Me sentía maravillado de ver aquel
espectáculo maravilloso y único, cuando apareció un bello conejo alado persiguiendo a un águila corredora que asustada se guareció bajo el suelo en una especie de
abrigada madriguera.
Disgustado el conejo, se posó a mi lado
entristecido.
-Yo sólo quería jugar-
Musitó un tanto compungido dirigiéndose a mí.
-Hace varios días que no salgo y necesito
volar y correr para estirar mis alas y aliviar mi mente de tanta retención y
estudio-
-¿Qué te ha pasado conejito? –
Pregunté lleno de curiosidad.
-¡Aliconejo! -
Me corrigió.
-Suspendí el examen de matemáticas-
Contestó describiendo en su mirada una aguda
tristeza que enturbió también su hasta entonces media sonrisa.
Dediqué a aquella absoluta belleza alada la
más comprensiva de todas mis miradas.
-¿Tú has suspendido alguna vez? –
Asentí moviendo mi cabeza de arriba hacia
abajo. Yo también entonces… mostré mi rostro más entristecido.
-Sí, conejito. ¡Perdón! Aliconejo. Sí que he
suspendido, y estoy castigado en mi cuarto hasta que me sepa todas las
lecciones que entraban en el examen. –
-Te ayudaré –
Repuso muy dispuesto el conejo alado.
-Aquí es todo naturaleza, así que te la iré
mostrando y seguro que aprobarás tu examen de Naturales. –
Miré a mi alrededor y no me quedó más remedio
que olvidar mi cara triste para convertirla en una sonrisa abierta aunque un
poco pasmada.
-Tienes razón amigo aliconejo… pero esta
naturaleza es tan diferente… No sé si serviría para mi examen. –
Entendí su gesto un poco molesto, así que le
dije:
-Amigo, agradezco tu ayuda, seguro que
aprobaré gracias a tus enseñanzas. –
Señaló con su preciosa alita blanca una
bandada de margaritas que se acercaban cantarinas y dicharacheras formando un murmullo un tanto estruendoso.
-Estas son besimargas y son las más cariñosas
de nuestras flores. –
Una besimarga se acercó, tocó mi mejilla con
sus labios y musitó muy cariñosa en mi oído:
-Vente a cenar, mi chiquitín. –
Abrí los ojos. Mamá había abierto la puerta.
Se oían voces que llegaban de la cocina. Acariciándome preguntó con cara pícara
y sonriente.
-¿Has estudiado mucho? –
Copyright © 2015 AbuelaTeCuenta All raights reserved
Suscribirse a:
Entradas (Atom)