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jueves, 22 de abril de 2021

Día del Libro 2021

Mi experiencia presencial con la Feria del Libro 

He de deciros queridos amigos, que de verdad estoy encantada con esta oportunidad que me brinda Vanessa Calonge para poder saludaros y acercar mi voz a todos cuantos deseéis desde aquí escucharla, y ofreceros mi modesta experiencia presencial con la feria del libro.

Mi nombre es Mercedes del Pilar Gil, a quien quizá conozcáis en redes sociales como abuela te cuenta.

Desde que era niña he soñado con ser protagonista en alguna de las ferias del libro, he soñado con librerías, con bibliotecas, y con grandes estanterías repletas de libros, ya que los libros me han atraído desde siempre. Los libros, su contenido que exhorta a la mente a ser elevada hacia el mundo de los sueños;  su exterior que es el comienzo y promesa de cuanto sucede en ese mágico contenido y su maquetación, el  olor característico a sabiduría, al que únicamente sus páginas divinas, pueden tener acceso.

Desconocía entonces, que un día se haría realidad aquella ensoñación de chiquilla fantasiosa, aunque hubieron de pasar muchos años y muchas ferias para que el deseo primigenio y ya casi olvidado, tomase forma, pero la tomó, y no en una caseta ferial, ya que eligieron los hados hacer feliz a aquella pequeñuela en el Centro de Congresos de la Real Isla de León, donde en 2018, mi novela Las vacaciones que iluminaron mi vida tuvo el honor de dar comienzo a la feria del libro de San Fernando en Cádiz.

Ni que decir tiene que todo cuanto a mi alrededor acontecía en esos momentos, se veía traducido dentro de mí en grandísima alegría, y en un enorme temblor de nervios, para acabar siendo ese especial recuerdo, que guardar para siempre en mi memoria.

Se sucedieron después otras ferias como las de mis sueños infantiles, en casetas al aire libre, y en prestigiosos edificios repletos de historia, como sucede con la feria de Cádiz que señorial y majestuosa, transcurre en el Baluarte de la Candelaria; o la de Jeréz contenida en los Claustros de Santo Domingo llenos de exquisita representación religiosa.

Las ferias del libro son expresiones culturales de muchísimo peso, que acercan al autor a un público muy diferente al de las presentaciones, puesto que la feria del libro nos comunica con un público viandante de antemano interesado, a quien desconoces, que en tantas ocasiones se acerca a ti con cariño, y eso es siempre tremendamente emocionante y grandioso.

Me gustaría para terminar, leeros mi último poema dedicado al libro.

Está soñando la luna?

Mercedes del Pilar Gil Sánchez

He visto ayer a la luna

que a ratos se entristecía

y al nada, estaba llorando.

Poco después se reía

presa de magia o encanto.

La vi que abría sus ojos

de cráteres ahondados,

tal como hacen los niños

con un asombro de espanto.

¿Qué está haciendo la luna

con tantos mohines vanos…

Por qué sonríe a deshoras

por qué es que sufre y llora…

Por qué esas caras de pasmo?

Me contestaron dos nubes

alargadas cual lagartos

con crestas de cinco dedos

que quieran agarrar algo…

Son dos brazos extendidos

blancos como esa lunita

que gesticula de encanto,

He visto además al lado

estrellitas de colores

que en constelación de cuatro

van formando un equipo

son atril, para las manos

que van pasando de un libro

páginas de letras vivas

que recitan  vivos cantos.

Puedo decir con soltura

que he visto leer a la luna

usando un atril de estrellas

y el lujo de remos blancos.


Muchísimas gracias Vanessa recibe mis besos para ti y para todos vosotros que con paciencia me escucháis, junto con mi cariño. 

©Mercedes del Pilar Gil Sánchez #AbuelaTeCuenta 

miércoles, 21 de abril de 2021

Los ojos de la Nocturnidad "día del libro"

Dedicado a Serafín y a sus hermanas, cuando eran pequeños.

Los ojos de la nocturnidad

—Sentaos aquí Paqui y Pili; no, así no… Debéis pegaros a mí así, una a cada lado Para que podamos ver lo mismo los tres.

—¡Vale! —Contestan ilusionadas y a dúo las dos niñas.

“Mientras que la noche se cerraba en la oscuridad, la inmensa luna se va escondiendo de prisa entre las nubes…

¿Es que acaso temía ser vista?...                                                      

Un escalofrío heló la espalda de los pequeños, a la vez que unos ojos abiertos a la nueva penumbra, desprendían los escasos reflejos proporcionados por el blanco, y oculto satélite”…

—¡Tengo miedo Sera! —Susurró Paqui muy bajito —Yo también —Dijo Pili con voz temblorosa.

—Pssss —Contestó su hermanito —Tranquilas, que yo estoy aquí, con vosotras; y, ya que mis manos están ocupadas, cogeos fuerte a cada lado de mi chaqueta…

“Los enormes ojos parecían no pertenecer a rostro alguno, vigilando en busca de algún despistado que confiado en no ser visto, pasease la noche a deshora por el Reino de lo Desconocido”…

—¿El Reino de lo Desconocido dónde está Sera? —A lo que Serafín docto como el más sabio de los maestros contestó:

—Podría estar en cualquier lugar, Paqui.

Cualquier lugar inexplorado, podría ser parte de ese reino, que por fuerza, ha de ser  infinito.

—¡Ahhhh! —Contestaron las niñas, no muy seguras de haber comprendido la explicación de Serafín.

“Se hizo un silencio… El silencio, aunque siempre está presente, no siempre es detectable; no siempre se nota la presencia de un buen silencio…

—¿Pero por qué Sera?

—No lo sé niñas…

“Como todo lo oculto, el silencio es un claro ejemplo de que siempre estará ahí, pero nadie que no hiciese caso de ese silencio, podría detectar su presencia”.

—Psss —Serafín que intuyó las preguntas de Paqui, y de Pili, acercó el dedo índice de su mano derecha a la boca y, chistó. Casi, en absoluto silencio.

Paqui y Pili abrieron mucho los ojos y también la boca, pero enseguida la cerraron, no deseaban que sus palabras tuviesen la culpa de borrar aquella nada de silencio sepulcral, que parecía inundar la noche, en aquella supuesta… “NADA” nocturna.

“De pronto, los ojos se abrieron aún más enormes, al instante de que aquella nube apresurada olvidó por un momento, la ocultación de la luna.

Uno de sus fulgores, “el más travieso de todos” aprovechó el nimio fragmento de tiempo, ya que se aburría soberanamente, y estaba harto de no ser punto de atención entre las nubes, y crecía dentro de sí aquella necesidad imperiosa, de hacer brillar como cada noche, a su pizca de natural protagonismo…

¿Pero qué era aquél aire húmedo y caliente que asomaba a la cara de los niños?

Bajo los ojos surgió gracias al rayo travieso, el reflejo de una especie de sonrisa blanca y abierta, que a cada instante, se asemejaba más y más, a un bostezo descoyuntador de mandíbulas; a la vez que un rugido mató en un instante al silencio”…

—¡Socorro! —Gritaron Paqui y Pili las dos juntas —Mientras que Serafín cerró con fuerza extraordinaria, las páginas de aquél pavoroso libro.

 

©Mercedes del Pilar Gil Sánchez #AbuelaTeCuenta 


Firmando #LasVacacionesQueiluminaronMiVida

Novela publicada por Editorial Dalya.