
Siempre en busca de editorial. Como sabéis, mi NOVELA "Las Vacaciones que iluminaron Mi Vida" ha obtenido magníficas valoraciones. Gracias por vuestras lecturas y comentarios, ya que también aquí, escribo relatos, cuentos, o poesía Infantil. (Mis Cuentos publicados en Amazon, han estado situados en el nº 1 de ventas) Gracias por leerme. Comenta, no te cortes.
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jueves, 19 de junio de 2025
presentación de mi nueva novela "El Tigre Alemán" En la Feria del Libro de San Fernando.
lunes, 16 de junio de 2025
A mi padre.
viernes, 13 de junio de 2025
Lila y Mercedes: Un día de viento y ladridos
Marila y su amiga Mercedes
En un pequeño pueblo rodeado de colinas verdes y cielos siempre azules, vivía una niña llamada Marila. Tenía el cabello rizado como las nubes de algodón y unos ojos tan brillantes como las estrellas que salían en las noches de verano. Marila era curiosa, valiente y siempre encontraba aventuras donde otros solo veían rutina.
Su mejor amiga era Mercedes, una niña un poco más alta, con trenzas largas y una risa que contagiaba a todo el que la escuchara. Mercedes era paciente, imaginativa y tenía un cuaderno donde dibujaba todo lo que soñaba.
Un día, mientras caminaban por el bosque que se extendía detrás del pueblo, encontraron una pequeña puerta de madera en la base de un roble. No tenía pomo, ni cerradura, solo un grabado que decía:
“Solo se abre con amistad verdadera.”
Marila miró a Mercedes. Mercedes le devolvió la mirada.
—¿Y si tocamos juntas? —sugirió Mercedes.
Tomadas de la mano, empujaron la puerta con suavidad. Para su sorpresa, esta se abrió sin hacer ruido, revelando un sendero iluminado por luciérnagas. Sin dudarlo, entraron.
Del otro lado, encontraron un mundo diferente: árboles con hojas de cristal, ríos de jugo de frambuesa, y animales que hablaban con voz suave. Allí conocieron a un zorro poeta, una rana que enseñaba a cantar, y un búho que coleccionaba recuerdos felices.
Pasaron el día explorando, riendo y aprendiendo. Antes de marcharse, el zorro les dio un pequeño amuleto en forma de corazón dividido en dos mitades.
—Siempre que estén juntas —dijo—, podrán regresar.
Lila y Mercedes se miraron. Sabían que su amistad era mágica, que juntas podían encontrar puertas secretas y crear mundos nuevos.
Desde aquel día, cada vez que querían escapar del mundo común, tomaban las mitades del corazón, las unían... y la puerta volvía a aparecer.
Porque cuando la amistad es verdadera, siempre hay un camino hacia lo extraordinario.
viernes, 6 de junio de 2025
Merceditas y lila, las ayudantes de limpieza de las jaulas de sus pajaritos
La abuela de Merceditas, vivía en una casita rodeada de jardines y muchas aves coloridas. Merceditas tenía una perrita llamada Lila, una cachorrita muy traviesa y cariñosa, con orejitas largas y ojos muy brillantes.
Cada mañana, Merceditas y Lila se ofrecían con muchas ganas a cuidar los pajaritos de la abuela de Merceditas, ella tenía varias jaulas con canarios, jilgueros y periquitos, y le encantaba que sus estos, estuvieran felices y sanos.
Un día, Merceditas decidió que era hora de limpiar las jaulas. Pero no quería hacerlo sola, así que llamó a Lila, para que la ayudara. La perrita, muy emocionada, saltó y ladró con alegría.
Primero, Merceditas tomó una jaula y, con mucho cuidado, sacó a los pajaritos para ponerlos en un lugar seguro y a salvo. Lila, con su hocico suave, ayudaba a mantener alejados a los otros animales del área de limpieza. Luego, con una esponja y agua tibia, Merceditas empezó a limpiar muy bien las paredes y los barrotes de todas las jaulas.
Lila, que era muy inteligente, se acercaba a cada jaula y, con su hocico, ayudaba a mover las pequeñas perchas y a limpiar los rincones más difíciles. A veces, Merceditas le daba una pequeña galleta para agradecerle su singular ayuda.
Cuando terminaron, colocaron a los pajaritos en sus jaulitas limpias y relucientes. Los pajaritos cantaron felices, y Merceditas y Lila se miraron contentas, sabiendo que habían hecho un buen trabajo las dos juntas.
Desde ese día, Merceditas y Lila se convirtieron en un equipo inseparable, ayudando siempre a cuidar a sus pajaritos y manteniendo su casita llena de cantos de alegría y amor.
©copyright AbuelaTeCuanta Mercedes Gil.
jueves, 5 de junio de 2025
"Pepe el Militar y la Misión Imposible"
En un pequeño pueblo rodeado de montañas, vivía Pepe el Militar, un hombre de mirada firme, bigote impecable y botas que resonaban con cada paso. Aunque ya se había retirado del ejército, todos en el pueblo seguían llamándolo "el Capitán Pepe". Era conocido por su disciplina, su valentía y, sobre todo, por su extraño hábito de dar órdenes... ¡hasta a los animales del campo!
Una mañana, el alcalde del pueblo llegó corriendo a su casa.
—¡Pepe! ¡Necesitamos tu ayuda! —gritó, agitado—. ¡El puente del río se ha caído y nadie puede cruzar al otro lado! ¡Y la escuela está allá, con los niños atrapados!
Pepe se cuadró de inmediato, como si aún estuviera en servicio.
—¡Misión aceptada!
Sin perder tiempo, reunió a su antiguo equipo: su perro sargento Trueno, una cabra llamada Sargenta Rocío y su nieto Manolito, que llevaba un casco de juguete y muchas ganas de ayudar.
—¡Escuadrón, en marcha!
Cruzaron el bosque con disciplina militar, construyendo un plan mientras caminaban. Pepe, con sus años de experiencia, pensó en usar árboles caídos como vigas. Trueno ladraba cada vez que encontraba una madera útil, y Rocío, con su increíble fuerza, las empujaba hasta la orilla del río.
Pero cuando intentaron colocarlas, el río creció de repente por una tormenta lejana. Todo parecía perdido... hasta que Manolito tuvo una idea:
—¡Abuelo! ¡Podemos usar tu viejo bote inflable militar!
Pepe lo miró sorprendido.
—¡Esa es iniciativa, soldado!
Sacaron el bote, lo inflaron, y uno por uno, comenzaron a cruzar el río. Primero los niños, luego los maestros. Al final, cuando Pepe fue el último en cruzar, el bote se pinchó con una rama.
Pero Pepe no era hombre de rendirse. Agarró una rama, se la puso entre los dientes, y nadó con fuerza, cruzando el río como en sus viejos tiempos de entrenamiento. Cuando llegó a la orilla, todo el pueblo aplaudía.
Desde ese día, cada 15 de junio, el pueblo celebra el “Día del Capitán Pepe”, en honor al hombre que jamás dejó de servir, ni siquiera después de retirarse.
Y aunque le regalaron una medalla de oro, él siempre dijo:
—¡Sólo cumplí con mi deber, soldado!
©copyright Abuela te Cuenta Mercedes Gil
martes, 1 de abril de 2025
Los gestos
sábado, 29 de marzo de 2025
Novela "El Tigre Alamán
Albert, con su mente infantil sueña lograr devolverles a casa. Por este motivo el pequeño no dudará en alistarse, aunque para ello haya de zafarse del celo de su madre huyendo del hogar.
Está dispuesto a entregar todo lo que de verdad posee por amor a su familia.