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viernes, 5 de febrero de 2016

Escríbeme!


Escríbeme ahora un verso,

Si me quieres escribir,

De un folio y su reverso,

Diciendo qué sientes por mí.


Necesito tus poemas,

No esperes al mes de abril,

Para decirme en tus versos,

Que me quieres sólo a mí.

© Mercedes del Pilar Gil Sánchez

#AbuelaTeCuentA
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Te espero


Te Espero

Te amo en la distancia,

Y envío mis mensajes al ulular del viento.

Te escucho en las canciones,

En todos sus renglones de sus bellos sonetos.

Describo tus miradas nítidas,

Acariciadas,

De amor de mis pensamientos.

Recuerdo aquellas tardes en que me abrazabas, 

Tus manos paseabas por lugares de ensueños.

Descalzos por la playa tus pasos viajaban,

Bañados por los sueños.

Te espero,

Espero nuestro encuentro, 

Que se hagan realidades, aquellos nuestros sueños.

Aquí, junto al mar, 

Te espero.

© Mercedes del Pilar Gil Sánchez 
#AbuelaTeCuentA
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Finalista y Elegido para figurar en el libro 
"Letras con Amor"



Bella Flor


Cansada, Bella Flor de ser regada,

Huyó de su tiesto, una mañana

Buscó la libertad, lejos de su vasija,

Desechó su maceta, que se hallaba,

De toda su vida empapada.

Probó la libertad aquella rosa,

Y el agua le faltó al primer día

Quiso regresar a su maceta,

Más en esta, otra flor ahora crecía.


Que más bella y más hermosa florecía.

©  #AbuelaTeCuenta
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Finalista y Seleccionado para aparecer en este libro:

jueves, 4 de febrero de 2016

Prisionera!

La escritura la atrapó como atrapan las drogas, provocando su aislamiento del resto de los seres vivientes que habitaban el planeta.

Ya nada existía a su alrededor, sus únicas relaciones consistían en manejar a su antojo los diferentes símbolos de las diferentes letras con la única intromisión de los caracteres ortográficos conocidos como signos de puntuación.

Solía utilizar los más familiares, no era ella de usar para sus escritos signos rimbombantes u ostentosos, se conformaba con algunas comas y algunos puntos, puestos estos algunas de las veces en hilera, como cuando formaba con ellos puntos suspensivos…

Su aislamiento, se fue haciendo cada vez más y más prolongado en el tiempo, hasta llegar a pasar semanas enteras sin dejarse rozar la piel por el bendito aire de la calle, sin dejar que el sol iluminase sus ojos, o que sintetizase en su cuerpo ningún rastro de vitamina D.

Su vulnerabilidad se fue haciendo cada vez más patente, al no tolerar su cuerpo ningún virus o bacteria, o contaminación alguna que no fuesen las propias de su medio ambiente, que se auto limitaba cada vez más y que fue reduciendo cada vez, hasta quedar en un exiguo, pequeño rincón de su casa.

Sus dedos mostraban callos circundando sus yemas, y su cuerpo fue imitando a uno de los caracteres más utilizados por la escritora.

Sus hombros se curvaban hacia delante, junto con su cabeza, y sus piernas ya estiradas y en posición erguida, se iban curvando cada vez más en sus articulaciones de cadera y de rodillas.

Se asemejaba su figura a una S mayúscula.

Apercibía todos aquellos cambios, pero no podía ya volver atrás.


Se hallaba prisionera de sus propios escritos.

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Aprieta el botón!!!

—Papá –
 ¿Tardaremos mucho en llegar? 
—Serán unos pocos minutos más 
Reza, hija mía -
—Ya he rezado papá –
— ¿Has rezado todas las oraciones que te dieron en la ceremonia? –
—Sí, papá –
—Pues comienza otra vez desde el principio –
—Pesa mucho esto, papá –
— ¡Compórtate como la niña mayor que eres! 
Será sólo un instante 
No te preocupes –
— ¿A dónde iré después de hoy papá? –
— ¿No te lo han explicado en la ceremonia? –
— ¡Sí, papá! 
Me lo explicaron –
— ¡Reza! –


—Debes ir hacia aquél edificio y pulsar el botón –
No lo pulses antes de tiempo 
Recuerda que has de traspasar la guardia y adentrarte lo más cerca posible del tumulto enemigo 
¡Recuerda, sigue rezando! –
—Oh, Dios del Cielo y de la Tierra, acoge en tu seno a esta tu hija, que te ama sobre todas las cosas… 


— ¡Eh, niña! 
 ¡No se puede pasar por aquí 
 ¡No puedes traspasar esta línea! 
 ¿Qué te pasa bonita? 
 ¿Por Qué lloras? 
 ¿Te he asustado? -

— ¡No quiero apretar el botón! 
 ¡No quiero apretar el botón! 
 ¡No quiero! 
 ¡No quiero reunirme con mis abuelos! 
 ¡Quiero volver con mi madre!...

 ¡Pesa mucho este chaleco!... –

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miércoles, 3 de febrero de 2016

Carta a una hija

Respuesta a la carta a una madre de Ana María Pedraza.
"Carta de una hija a una madre"

Carta a una hija:

Mi querida hija, te miro hoy como te miré el día en que te pusieron sobre mi pecho por primera vez, y me mostraron que había nacido de mí una niña. 

Mi niña, mi hija.

En aquél mismo instante, se hicieron visibles cosas que hasta entonces permanecían ocultas a mi entendimiento. Comprendí a mi madre, tu abuela, cuando por protegerme restringía mis ansias de libertad, frenando mis deseos de vivir la calle, o una fiesta después de las nueve de la noche. Lo comprendí todo mi querida hija, al verte sobre mí indefensa, pequeñita, con la boca muy abierta para tomar aire y poder hacer notar tu descontento de sentirte fuera de mis entrañas.

Qué brusco fue para ti el choque de llegar a este medio aeróbico, y por el contrario, que maravilloso momento para mí.

Recuerdo tus pequeñas manos agarradas a mis dedos índices, aferrada para no caerte, no sabías tú, que yo, tu mamá estaba ahí para protegerte. Para eliminar de tu lado todo cuanto fuese capaz de dañarte, y que nada ni nadie pudiese hacerte daño alguno. No podrías caerte, niña mía, porque yo estaba a tu lado entonces, y para siempre.

Recuerdo tus ojos aún cerrados, y el momento en que los abriste por primera vez y comprendí en ese instante, que sentías la misma emoción que yo sentía.

Tus pequeños pies de muñequita, frágil, tan frágil, tan diminuta…

No quise besarte, aunque me moría de ganas por darte un beso, me daba miedo lastimar tu piel con la aspereza de mis labios resecos por los  esfuerzos del parto.

Mi pequeña, mi niña.

Y ahora, pasado el tiempo, me siento tan orgullosa de ti, tan orgullosa de ser tu madre y leer tu carta…

Gracias mi pequeña, mi dulce niña, por hacerme sentir tras la lectura de tus letras, la mamá más especial del mundo. 

Te amo mi hija.

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lunes, 1 de febrero de 2016

Perdone Usted, Gusanito!

Ayer mismo por la tarde,
Cuando mordí una castaña,
Se asomó un gusanito,
Que de este modo gritaba.

— ¿Se puede saber qué haces? –
— ¿Por qué destrozas mi casa? –
— ¿Te gustaría que yo ahora,
destrozase tu terraza? –

— ¡Perdona! –
Le contesté quedándome abochornada.
—Ha ocurrido sin querer. –
—No sabía que ahí estabas. –

Como pude disculpé
mi intromisión en su casa.
Una castaña busqué,
En la bolsa de castañas.
Hermosa, grande y lustrosa,
Digna de ser una casa.

—Quiero reparar mi error. –
—¿Te gustaría gusanito?… -
—¿Mudarte a esta casa? –
Con la cabeza negó
El gusano de castañas.

—En esta casa hay recuerdos. –
—Hay tesoros de mi infancia. –
—De cuando era un huevecillo. –
—Antes de ser una larva. –

Está bien, le respondí,
Y reparé la castaña.
Pegando a su piel un film,

Y la guardé en una caja.

© #AbuelaTeCuentA
Mercedes del Pilar Gil

Entrevistada por María Campra. Mil gracias María

El blog de María Campra Peláez contiene una entrevista muy hermosa para mí. Gracias María.


http://escritoramama.blogspot.com.es/2016/02/otro-mundo.html


Y se disfrazó en invierno....

Y se disfrazó en Invierno... Enero de Primavera.

El invierno huyó del frío 
Mutándose en primavera.
Transmutó las nieves blancas,
En campos de verdes hierbas. 

Confundió a los vinagrillos,
Que ya el campo amarillean,
Alegrando los paisajes 
Como un pintor su paleta.

Contentas, las mariposas,
Las flores revolotean,
Disfrutan los pajarillos,
Sus trinos de amor gorjean.

Se preparan ya los nidos,
Y escenas de amor recrean.
Se apresuran ya las flores,
Margaritas, madreselvas.

Que no se arrepienta enero,
De creerse primavera.

©Mercedes Gil

viernes, 29 de enero de 2016

La vida... Un reloj de arena


El tiempo derrocha vida,
Que grano a grano nos deja.
La vida derrocha el tiempo,
De un bello reloj de arena.
Pulimos, le damos brillo,
Lustramos 
las apariencias.
Gastamos nuestros latidos,
En amores que no llegan.
Con ellos se van suspiros,
Llantos, miedos y más penas.
Ya jamás se nos devuelven,
Los minutos, ni la arena.

© Mercedes Gil #AbuelaTeCuenta
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jueves, 28 de enero de 2016

Te echo de menos

Echo de menos tu piel,
Echo de menos tu pelo. 
Tus besos y tus caricias, 
Tus miradas, mis anhelos.
Por eso, en mi ventana,
Escruto a la lejanía,
De tu amor el regreso.
De tus caricias, pasiones,
De tus dulzuras, jadeos.
Te busco, en la distancia,
Y te hallo en mis deseos.
Te busco, más no te encuentro.
No me alcanzan tus miradas,
No estás aquí, no te veo.
Te vivo en mis recuerdos,
Y te disfruto en mis sueños.

© Mercedes Gil ‪#‎AbuelaTeCuenta‬

Nuevo Cuento de la Abuela



viernes, 15 de enero de 2016

Idilio entre la luna, y el observatorio de San Fernando

Flotaba la luna llena,
Llenando de luz sus rayos.
Llevando luces de hielo,
Al suelo de San Fernando
Luces, blanco de mármol.

Compiten rayos de tierra,
Con la fuerza de sus rayos.
Rayos que el cielo penetran,
Midiendo del tiempo datos.

Datos que son más fríos,
Que los rayos más helados.
Compiten, más ella gana,
Gana en belleza y encanto.

Luce colgada del cielo,
Como  globo grande, y blanco.
Tan blanco como la sal,
Del suelo de San Fernando.

Él la persigue amoroso, 
Haces de luz penetrados...
Ella, se muere de amor,
Por el galán medidor

Y... deciden mezclar rayos.


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miércoles, 6 de enero de 2016

Oh, la Abuela tiene una amiga!!!!



     Hola, ¿Estás sola aquí? –

     ¡Sí, he venido sola! 
         Me apetecía un café 
        Además, me apetecía estirar las piernas durante un rato. –

     ¿Puedo sentarme a tu lado? –


     ¡Claro que sí, me gusta la compañía! 
         ¿Te apetece tomarte un café conmigo? 
         ¡Te llamaré al camarero! –

     ¡Muchas gracias! 
         Eres una persona muy amable 
        ¡Me gustará tu compañía! –

     Tu cara me resulta familiar, es como si te conociese de antes… 
         Es como si fueses alguien a quien he conocido… 
         Alguien a quien he conocido, hace algún tiempo… 
         Aunque… es como si tu rostro… hubiera mutado… 
         Me suena. Sí, me suena mucho tu cara –

     Me suele ocurrir… Suele ocurrir que a quién conozco… Le suene… 
         Le suene Bastante … 
         Hasta hay quien se pasa semanas sonándose mi cara… 
        ¡Perdón! Quise decir… ¡Sonándole! –

     ¿Cómo te llamas amiga? 
         Quizá oyendo tu nombre… 

     Mi nombre es Gripe, Mercedes… y estaré a tu lado por varias semanas. 
         Debes estar contenta, ya no estarás sola. 
         Ten en cuenta, que mi presencia está muy solicitada 


     ¡Sabía que te recordaba! 
      ¡Sabía que me "sonaría"! 
      ¡Sí, Sabía que me sonaba!!!

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domingo, 27 de diciembre de 2015

La Luna de Navidad

La noche de Navidad,
Venía esta vez premiada
Premiada de hermosa luna,
Luna de luces de plata.

Gélida estaba la luna,
Más parecía enamorada,
Le acompañaba una estrella
Que era el lucero del alba.

Vino a alegrarnos la luna
En una noche cerrada
Regalándonos su luz
Luz de destellos de nácar.

Aquella luna que vino,
No era luna vacía,
Era una luna nueva,
Que llena de luna venía.

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sábado, 26 de diciembre de 2015

Formando el Belén

La Navidad le absorbió en cuerpo y alma, la noche anterior, colocó la última figurita en el belén.
Se sentía orgullosa, le había llevado mucho tiempo conseguir que las montañas pareciesen nevadas, que los limos resultasen reales, que las aguas procedentes de las montañas, pareciesen verdaderas cascadas… 
Había estrujado su imaginación a tope, y el resultado final, había merecido la pena del esfuerzo invertido. 
Lo que más le enorgullecía era pensar que  los materiales utilizados, eran tan cotidianos que no hubo de salir a buscar ninguno. La hierba la crió en una maceta bien tupida sembrando semillas de alpiste, después la recortó en diversos tamaños para adaptarla, y la había convertido en... un césped, hierbas altas, o en un ocultador ramaje. 
El agua, fue construida con papel plateado, espejos, y film de envolver. 
Pensó entonces con regusto extremo, en que los diminutos habitantes de aquel belén, con seguridad, estarían encantados de vivir en aquel lugar paradisíaco conseguido por sus manos.
Como todos los años, envió invitaciones a los vecinos para que admirasen su obra de arte.
Debía recoger la casa, no podría haber nada por medio la mañana siguiente, debería quedar todo pulcro y brillante; y... Únicamente dejó por hacer, el lavado de la ropa. 
Abrió la lavadora y guardó todo el montón acumulado durante los días en que se dedicó por entero, a construir el Belén.
Se quedó dormida pronto aquella noche... 
Realmente estaba agotada.
Nada más quedarse dormida, sintió en su cuerpo como si fuese amasada, o como un masaje duro, que la hacía renacer… como si alguien, estuviese interesado en repasar todas sus formas...
¡Durmió!
Durmió, como jamás lo había hecho, desde que era una niña pequeña.
Creyó despertarse temprano, cuando la luz de la mañana llegó a la altura de sus ojos, rebotando en algo sumamente brillante.
Tenía mucha ropa por lavar…
No comprendía qué pasaba…
""¡Debe ser la hora de que lleguen los invitados!"... Pensó...
Pudo oír cómo se abría la puerta… y cómo su marido hablaba con los visitantes…
     ¡Pasad!
   ¡Como veréis, a quedado Precioso!
   ¡Estoy seguro de que os gustará!
   ¡Ella, llegará enseguida!
  No sé qué le ha podido pasar, para que se pierda este momento, después de tanto trabajo. Tiene mucho mérito, pues lo ha hecho sola, sin ayuda de nadie. 
¡ ¡Amelia es, una verdadera artista! 

     ¿Ella?
    ¿Amelia?
    ¿Es que acaso se refiere a mí?
    ¿Por qué habla mi marido como si yo no estuviera?
    ¡Pero si estoy aquí mismo!...

Notó entonces… cómo una mano la agarraba por la cabeza, como una de esas máquinas de feria cuyo extremo termina en garra de recoger objetos…

     ¡Mirad esta lavandera!
     ¿A que parece muy real?

"La niña del vecino de al lado, me sostenía entre sus dedos, mientras mis ojos permanecían cegados por el reflejo del sol en el agua del río, hecho con papel de aluminio que yo misma había construido el día anterior...

Miré en mi derredor y… Quise morir en cuanto que vi el inacabable montón de ropa que aún me quedaba  por lavar"…


     ¡SocOrroOOooooo!
             ¡SocOrroOOooooo!
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lunes, 21 de diciembre de 2015

La Abuela en Creatividad al Piano!

Creatividad al Piano Incluye mis cuentos en su página.
En el apartado de Educación.
Estoy muy emocionada! Mil gracias!

domingo, 20 de diciembre de 2015

La Noche del Veinticuatro de Diciembre

Margarita, permanecía bajo la nieve sin apenas abrigo, viendo gente pasear y comprar a sus hijos cosas superfluas.

Un niño, tiró un caramelo sujeto por un palo. Margarita, deseaba conocer el sabor de aquél dulce y lo recogió del suelo.

-¡Niña!

-¡No se cogen cosas del suelo!

-¡Cochina!

Gritó el padre del niño.

Margarita echó a llorar y quedó dormida junto a un perro callejero, que siempre, le prestaba su calor.


Soñó un árbol luminoso cargado de comida,  ropas de abrigo, el regreso de su amorosa mamá... 

Al despertar, le rodeó toda aquella maravilla, regalo del muy bondadoso Santa Claus


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Santa Claus



Faltaban tres días para la noche navideña, cuando Carlitos preparó su trampa en la chimenea, con intención de dar cazar a Santa Claus.

Esa trampa consistía en una red introducida por la chimenea, obstruyendo la salida, y que sería accionada con el peso del cuerpo de Santa, quedando después, cerrada sobre sí misma. 

Los extremos libertadores, permanecerían ubicados en el exterior del canal de humos, para que una vez atrapado, Santa Claus, no pudiese liberarse.

Carlitos, no dejaría nada al azar. Él mismo se introdujo por la chimenea para comprobar su efectividad, y funcionamiento.

La noche del día veinticuatro llegó, y Carlitos, permanecía desaparecido. 

Santa, le halló tal como había quedado tres días antes; envuelto en la red de su propia trampa. Tras unos segundos de desconcierto, enseguida comprendió para quién estaba destinado tan maño enredo.

Santa, recogió el extraño paquete, envuelto tal cual lo halló, lo depositó bajo el árbol familiar como  regalo único navideño.

--¡Hasta nunca Carlitos! 
Sentenció Santa Claus al traviesísimo infante.


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