¡Rocío se casa!
Se casa la bella.
Se casa Rocío,
La hermosa sirena.
Se casa en la playa,
De arena de perla.
Dos nubes curiosas,
Se quedan a verla,
El Sol ofendido,
Veloz las ahuyenta,
Cubriendo la playa,
De cálida arena.
Reflexiona el aire,
Que al viento sosiega.
Que nada perturbe,
Tan preciosa escena.
Las olas amigas,
Dispuestas se acercan,
Disputando todas,
Besar su melena,
La envuelven en níveos
Velos de espuma,
Le ofrecen corales,
Y rayos de luna,
Hermosa la cubren,
Versos de brisa y de bruma.
Esbeltos, los girasoles,
Gallardos soldados
de tierra,
Allá de la orilla,
Erguidos, galanes,
La escoltan con sables,
De miel y de pluma.
Aguardan al lado,
Dispuestos al trote,
Hipocampos briosos,
Del mar de la Espuma.
De mares lejanos,
Y lejanas tierras,
A ver la casada,
Invitados
llegan,
Volando en los barcos,
De amor sin mesura,
Salvando los vientos,
Y la niebla oscura.
Extraños seres, de extraños cantos,
Y
extrañas lenguas…
Que brincan
y bailan,
Al son de Muiñeiras.
¡Se dice que vienen
Del fin de la Tierra!.
El padre dichoso,
Del brazo la acerca,
Resuelto, orgulloso,
Al novio la entrega.
¡Se casa Rocío!
¡Se casa mi nena!,
¡Se casa Rocío!
Mi niña pequeña.
La casa un amigo,
Que espera en la arena.
Un hombre que es sabio,
Legal y de letras,
Venido en el barco,
Del Mar de las Ciencias.
Del padre, la cara,
De amor y ternura, aparece llena.
El Sol ya cansado,
Pavonea en su Puesta,
Saltando del cielo,
Sin redes ni cuerdas,
Despliega sus bozos,
Dorados y rojos,
Por toda
Tierra.
Que hermoso grabado,
¡Oh, cuanta belleza!
¡Que
bello regalo
Del Sol a la bella!
El Cielo ennegrece,
La noche despierta.
Se visten de plata,
La Luna y su Estrella,
Vestidas de gala,
Regalan alegres,
Sus fosforescencias,
Mil rayos de Luna,
En su pelo se enredan,
Bordando de soles,
El Cielo y la Fiesta.
Se casó Rocío,
Se casó la bella,
Bañada de Luna
Y de Sol envuelta.
Se casó Rocío,
La hermosa sirena.
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