Huyendo hacia la luna
Y comenzada la noche
partimos hacia la luna.
Crujimos en el despegue,
como una leña en hoguera
como el crepitar de un pan
que huye de horno que quema.
Sonreí al ver tu cara
descompuesta, y aceituna
y mimé hoy tus cabellos,
y te mecí en mi cuna.
Suplicando que esta noche,
no huyese de mí la luna.
Pero el satélite inconstante
cambió de llena, a oculta…
Y te perdí en la noche;
busqué tu luz sin mi sombra,
entre estrellas, una, a una.
Lamenté el no hallarte,
con un grito sin fortuna;
que espantó de mí el sueño,
despertando en mi locura.
Lloré como niña perdida…
Sin luz, sin ti, y sin luna.
