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lunes, 20 de abril de 2015

EL EXAMEN DE GEOGRAFÍA

La intención de seguir siendo solo amigos, se desvaneció como se desvanece un diamante dentro de un vaso de agua.

Habían quedado para estudiar.

Tiempo de exámenes, quedaban sólo unas horas y aún tenían muchas lagunas (nunca mejor dicho para un examen de geografía).


Abrieron el Atlas por el mapamundi y fueron paseando por él sus dedos. Por distintas regiones, distintos macizos, distintos  cerros hasta llegar a unir las puntas de sus jóvenes, inquietos y lujuriosos dedos índices. 


sábado, 18 de abril de 2015

UN VIAJE A LA LUNA

Lo que más le gustaba a Pablo de aquella actividad, eran los golpes secos y constantes que daba el martillo sobre el latón que cubría la estructura del cohete.

Llevaban días trabajando y ya iba tomando la forma de bala que según papá era necesaria para que la fricción del aire sobre su estructura fuese la mínima y le permitiera adquirir la velocidad suficiente y necesaria para un viaje rápido y efectivo.

De cuando en cuando, papá, dejaba de golpear la chapa para alejarse y contemplar su obra desde lejos.

-          - ¡Un momento papá! 

-          ¡Ven y míralo desde aquí! 

-          ¿A que parece un supositorio? -

Su papá dejó el constante y acompasado golpeo para contemplar desde lejos el reluciente cohete.

Era una vista cegadora la que se contemplaba desde allí. El sol ansioso por participar en tan hermoso proyecto, también golpeaba en la chapa de latón y se reflejaba en ella cegándoles con incesantes destellos.

Tenía razón Pablito, desde lejos, era la visión brillante de un enorme supositorio.

Pensó entonces papá en la aerodinámica, y en los posibles errores estructurales cometidos.

Volvió a mirar el cohete, e indulgente con su trabajo dijo lo siguiente:

-          - ¡En ese supositorio, viajaremos a la Luna! 

-          ¡Tú y yo Pablito! 

-          ¡Iremos juntos a la Luna! –

Pablito, se rebosaba de felicidad, soñaba despierto, y al llegar la noche e irse a dormir, soñó dormido. Soñaba con el día en que pusiera su pequeño pie en la luna y disfrutaba tanto de su fantasía de sueño… Que no quería despertar.

En  la noche, Pablito, sufría micro-despertares e intentaba volver a dormir sin interrumpir su sueño viajero, había cogido tanta práctica, que su sueño se continuaba justo en el momento en que lo había dejado antes de la interrupción.

Al llegar la mañana, cuando se levantaba, contaba sus mil y una peripecias vividas en sueños, en aquella Luna blanca, brillante, y maravillosa.

***

Por fin, la nave estaba terminada y los tripulantes preparados para el viaje.

El traje espacial, estaba compuesto por un casco integral de motorista, y un mono blanco de pintor. Cinturón de herramientas, y unos cuantos tubos insertados en botellas de agua que recorrían sus espaldas, pasando por encima del hombro, hasta llegar a la boca.

El cohete, se hallaba instalado en el desván de la casa, justo bajo la claraboya desde donde se podía contemplar una hermosa luna llena, redonda y blanca con toda nitidez.

El papá de Pablito, apagó la luz del desván justo antes de entrar en la nave.

Unos tremendos estruendos mezclados con estridentes luces intermitentes, hicieron retumbar el supositorio.

-         - ¡Es el momento de la ignición! 

-          ¡Prepárate Pablito que ya despegamos! -

Pablito se agarró muy fuerte a su papá para sentirse protegido.

Este viaje no era como el de los sueños, éste daba miedo y necesitaba de la protección de papá, después de todo, sólo tenía seis años. Tampoco había necesidad de ser tan valiente, así que se aferró muy fuerte a su padre.

-          - ¡Ya está! -

   Informó papá para dar tranquilidad al pequeño.

-          - ¡Ya estamos de viaje! -

Las imágenes que se veían por la pequeña ventanilla a la que Pablito pegó su nariz hasta que se le quedó aplastada, eran maravillosas, estrellas, cometas, asteroides y luces de colores parecidos a las luces de neón que había visto tantas veces en los intermitentes carteles de comercios en la calle Real.

Al llegar a la luna, la nave se posó sin ningún problema. Bajaron por el lado opuesto al que habían subido.

Dieron un paso fuera de la nave y Pablito vio muy emocionado como la huella de su pie quedaba marcada en el suelo lunar que se parecía muchísimo a la arena de la playa. 

Papá sacó de su bolsillo el móvil e hizo inmortalizar el tan especialísimo momento.

Papá regresó a la nave con movimientos etéreos que le despegaban a cámara lenta del suelo. Pablito le imitó, y hasta sintió la fuerza de gravedad lunar, tan diferente a la de la Tierra...

Su viaje de regreso fue mucho más corto.

-         - ¿Volveremos a la Luna mañana Papá? –

-         - Volveremos siempre que quieras Pablito –


Contestó el papá mientras alargaba su brazo para apagar el proyector.


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miércoles, 15 de abril de 2015

BUSCANDO LA PRIMAVERA



Salieron dos conejitos, 

Fuera de su madriguera,

A correr dando saltitos,

Y a buscar la Primavera.

*

Sortearon muchas flores,

Ramas verdes, verdes hierbas,


Corrieron por todo el valle,

Y también por la pradera.
*
Regresaron a su casa,

Dentro de la madriguera,

Su mamá les esperaba,

Con delantal y la cena.
*
Decidme, mis conejitos,

¿Os gustó la primavera?

No la hemos encontrado.

Se habrá ido a otra pradera.

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martes, 17 de marzo de 2015

Continuación de "UN VERDADERO BESO DE AMOR"

Sirenita no se dio cuenta de nada, había cerrado los ojos para dejar apreciar a sus demás sentidos todo el amor del verdadero beso dado.

Se sintió aturdida, no podía entender nada, había acercado sus labios pero no sintió que tocase con ellos nada. Abrió sus hermosos ojos y allí no se veía nada.

¿Estaba en otro lugar?

Estiró sus brazos, ahora hacia delante, ahora hacia los lados.

De lo que estaba segura es que se trataba de un lugar cerrado.

Estoy dentro de una casa (pensó Sirenita al rato) Palpó un poco con su cola el suelo de aquella “casa” Una alfombra  muy mullida y sobre la alfombra saltaba.

Sin explicarse cómo había llegado al abrigo de esa casa, se le ocurrió preguntar:

-          Dime Sapo ¿Dónde estás?

-          ¿Dónde estás que estoy perdida?

Rape no contestó.

Si abriese aquella boca, perdería allí su cena y con ella, perdería también su caza del día.

Intentó tragar saliva, a ver si así su cena su garganta atravesaba.

De pie, vertical sobre su cola hacia la garganta la echaba, mas ella se resistía, por la garganta no entraba.

La pequeña Sirenita, pensó que era una casa muy rara, la alfombra se movía, le apretaba, la escurría y por ella resbalaba.

Se agarró a una barra, muy parecida a una caña y allí permaneció quietecita a ver si la casa paraba.

Aburrido Rape de no poder tragar nada, camufló su cuerpo en la arena y también entre la grava.

Para hacerse con comida, decidió echar la caña.

Muy feliz la princesita que a la caña se agarraba, salió de allí despedida, por la inercia propulsada.

Miró alrededor la niña, por ver si al Sapo encontraba, pero al sapo no veía, allí sólo había grava.

-          ¡Sapos!

Dijo la princesa

-          ¡Tanto lío con los besos, y al final... No sentí nada!

-          Mejor el amor espero, de un príncipe Sireno que muerto de amor diga que más que a nadie me Ama.

Así me dirá mi Sireno: Sirenita, Amor mío, ¡A ti más que a nadie Quiero!


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(Vídeo de Rape pescador) https://www.youtube.com/watch?v=GFFlAR-3jqs

domingo, 15 de marzo de 2015

RENACER


La reunión de hadas mariposa, dio como resultado un cambio único, y maravilloso para el ya agotado Mundo.

El cambio más importante sería el que le correspondería al hada Agua. La Tierra, desde el momento de su creación, estaba cubierto de este elemento, que resultaba imprescindible para la subsistencia de todos los organismos vivos pobladores del planeta. Desde los más ínfimos, hasta los más colosales, su composición intracelular contenía de modo imprescindible, el agua.

La especie más desarrollada, la más inteligente del planeta, lo había contaminado todo, y los mares, hasta entonces la mayor fuente de vida, se habían colapsado de putrefacción, ruina y mugre. 
Ya no existía en ellos, ni un mísero latido de vida.

El hada Aire, salió de la reunión convencida de que su esfuerzo debía significar la representación del cambio.

Habría que filtrarlo todo, habría que esforzarse al máximo.

El hada Fuego, desinfectó el área que albergaría una única gota de agua inmaculada dentro de una cápsula de oxígeno, que impediría su evaporación. 

Ésta gota impoluta, fue depositada en el pico más alto del mundo con el mayor de los cuidados. 

De aquella maravillosa y única gota, brotó un ser unicelular capaz de multiplicarse, y dar así lugar al renacer de las distintas especies que heredarían este viejo nuevo mundo, y esta nueva oportunidad del milagro “vida”
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Microgota un millón de veces aumentada
ES un relato para Microfantasy II de el http://elcirculodeescritores.blogspot.com.es/


sábado, 14 de marzo de 2015

UN VERDADERO BESO DE AMOR

La Búsqueda del verdadero amor le había llevado ensayos continuos, debía aprender a besar como una real princesa. Le faltaba la parte principal, había buscado por todos los mares y no encontraba ningún sapo.

En la clase de plástica, se construyó uno con plastilina color verde, siguiendo la forma de los dibujos que había visto en sus libros de cuentos plastificados.

Guardó su sapo en el bolsito y nada más llegar a palacio, comenzó los ensayos de besos, hasta que se dio cuenta. Nunca sabría con un sapo de mentira si lo estaba haciendo  mal o bien.
Un día decidió ir hasta la playa más cercana y mirar por allí cerca a ver si había algún sapo en la orilla.

Un pez de boca enorme, le preguntó

-        -  ¿Dime princesa qué estás buscando?
-        -  ¡Busco un Sapo!
-        -  Pues… lo has encontrado.

Dijo aquél enorme rape de descomunal y horripilante boca cuajada de dientes puntiagudos.

Sirenita sacó del bolsillo la figura creada con plastilina, miró al rape y le dijo:

-          Pero… Tú no eres verde…

Haciendo un gran esfuerzo, Rape cambió su color. Ilusionada, Sirenita acercó sus labios… Hacia el que sería el único, último beso de amor.


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viernes, 13 de marzo de 2015

¡Socorro. Un Oso!

Pintando aquellos extraños bisontes, en la tranquilidad de la cueva, percibí que el peligro estaba aquí mismo, justo detrás de mí.

Un enorme oso contemplaba expectante la escena resultante de mis trazos. Su silueta era perceptible por su  sombra proyectada desde la entrada hasta mis dibujos, tapando el único haz de luz que penetraba hacia el interior.

Mis palos deshilachados debían seguir pintando surcos redondeados pero ahora sus trazos formaban extraños picos.

No modifiqué mi postura y la mezcla de polvos terrosos caía sobre mi cara. No me atrevía a mover ni un párpado, cuando noté que el oso se acercaba hasta dar con su aliento en mi coronilla. Su pestilencia removió mis vísceras. Haciendo un gran esfuerzo de valor, miré hacia atrás y descubrí a Ug, mi esposa mostrándome su nuevo modelito fabricado con la piel de un oso hallada en el fondo de la cueva.
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lunes, 9 de marzo de 2015

LENTA AGONÍA

Seguía atrapado allí dentro… Me encontraba atado al sillón sin posibilidad de movimiento y la única sensación de contacto exterior se hallaba en el panel de mandos. Un escaner detector de obstáculos que giraba formando una imagen en niveles cromáticos.

Los disparos no me dejaron más salida que enfrentarme a esta muerte lenta en el módulo lunar, con autonomía  de oxígeno para una semana.

Mara, Albert, yo… Albert me acusó de romper su pareja tras encontrarme junto a Mara sobre su cabina.

Tampoco es para tanto.

¿Qué esperaba? 

Después de todo… Somos los tres únicos supervivientes tras la total destrucción del planeta Tierra… Nuestro primordial afán ha de ser velar por la permanencia de la raza humana, allá donde nos encontremos.


Esta imagen procede de una búsqueda en Google.es

Si me dejas un comentario me harás muy feliz. Gracias!!!

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sábado, 7 de marzo de 2015

OH, NO. EL PASO DE PEATONES SE HA CONGELADO!!! (microcuento)

tus comentarios son mi regalo
La quitanieves, despejó la calzada y el paso de peatones, se volvió resbaladizo y muy, peligroso… Un grupo de niños, festejaba con risas las caídas de quienes osaban cruzar la calle.

Pablo, estrenó zapatos antideslizantes y observó que un anciano temía cruzar, así que le  acompañó y juntos pasaron al otro lado de la acera, mientras el grupo de niños lanzaba bolas de nieve con el único fin de hacerles caer.

El anciano agradeció su ayuda y le quiso recompensar con unas monedas tan hermoso acto.
- Poderle ayudar, ha sido suficiente recompensa para mí. (Respondió Pablo)

El corazón del pequeño, se había esponjado de gozo, rebosándose de felicidad.

Realmente, no necesitaba más recompensa que la deliciosa sensación de haber hecho el bien aquella gélida mañana invernal.

Ayudar a los demás nos hace mejores personas, ayudándonos a nosotros mismos y nos premia con esa maravillosa sensación de felicidad interior.
imagen cogida de google búsqueda imágenes.
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sábado, 21 de febrero de 2015

Irremediable Cuenta atrás

Tus comentarios me ayudan siempre. 
Gracias
Al principio, le pareció imposible.

Cuando escuchó la noticia, pensó que era alarmista y no necesitaría cambiar nada de lo que solía hacer normalmente.

Eran las seis de la mañana y como cada día, encendió el televisor. 

Antes de acudir a la oficina, escuchaba siempre el noticiario matinal.

“El mundo, tal y como lo conocemos dejará de existir esta misma noche" Comenzamos desde ahora la irremediable cuenta atrás.

La noticia, le hizo esbozar una leve sonrisa. Seguro que se trataba de una broma.

No encontró nadie en la oficina. Se alegró. Por primera vez era la primera en llegar.

No se alarmó hasta que pasaron dos horas y el edificio de oficinas continuaba totalmente vacío.

Salió del edificio corriendo, asustada, una profunda agorafobia se había apoderado de ella invadiéndola un pánico desconocido hasta entonces y que… Jamás hubiera deseado experimentar.

Su corazón se le salía del pecho con latidos desacompasados, rápidos y visibles a través de su ceñida blusa blanca. Por el contrario, su respiración se había hecho lenta, trabajosa… Comenzaba a sentir la falta de oxígeno en su cerebro en forma de mareo y vómitos.

No sabía el por qué le invadió aquel recuerdo del pueblo, de su antiguo novio, de las tardes en el cine de verano, el verde de los campos y lo dura que fue la elección de renunciar a él. A su amado Víctor.

Debió elegir… Su carrera o él.

No lo dudó, echó a correr hacia su coche y como poseída por un autómata condujo hacia su pueblo. Si había que morir, ella elegiría el lugar donde hacerlo y junto a la persona que amaba desde que era una niña.

No sabía que recordase tantos detalles de su pueblo y de su amor al lado de Víctor. Recordaba hasta el mínimo los detalles de cuando descubrieron que se amaban.

Todas las veces que él la defendía y la ayudaba en sus pequeñas exploraciones campestres, le entregaba pequeñas flores recogidas en el campo, le tendía su mano y siempre estaba tan pendiente de ella… Supo que le amaba aquella tarde de domingo en el cine que él cogió su mano y acercó sus labios a su mejilla. Aquél fue el primero de tantos besos de niños repletos de amor infantil, que poco a poco fueron transformándose en besos adultos llenos de deseos de exploración de sus adultos cuerpos.

La carretera estaba atestada de vehículos intentando salir de la ya vacía ciudad (no era la única que había pensado en huir y por un momento se permitió pensar en cuál sería el destino de tantísimos automóviles)

Decidió utilizar la carretera (el camino lleno de baches y polvareda) de servicio que circundaba a la carretera principal y su coche adquirió tal velocidad que los saltos entre bache y bache, se convertían en pequeños vuelos destroza neumáticos.

Cerca ya de su destino, después de conducir durante unas siete horas, su coche se paró después de “volar” sobre el último bache, lo abandonó allí mismo dando un portazo y echó a correr hacia aquella dirección retenida en su memoria.

Llamó a la puerta, le abrió un muchacho. 

Por un momento, sintió que no habían pasado ninguno de aquellos casi treinta años.

- ¡Víctor! - Gritó mirando al chaval.

Tras el muchacho, apareció la imagen de una mujer con expresión intrigada.

- Víctor está allí – Dijo la mujer mostrando ante la puesta de sol, un hombre grueso, mayor, desaliñado y tosco al que no pudo reconocer.

Entonces pensó en lo lejos que estaba de su casa, de sus hijos y de su esposo.
















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domingo, 15 de febrero de 2015

PARA TODA LA VIDA

Tus comentarios son muy importantes para mí.
Gracias
-     ¡Mamá!, ¡Mamá! –
Entré gritando en casa.
Volvía del colegio y deposité mi maleta en el descansillo mientras entraba atropelladamente.
-     Dime, Ana. –
Contestó mamá en un tono un tanto despistado.-
-     ¿Es mucho para toda la vida mamá? –
Pregunté con voz muy alta, pues quería que mamá me respondiera y parecía estar despistada en la cocina, ultimando los preparativos de la comida.
-     ¡Entra la maleta Ana! –
Mandó mamá mientras miraba de soslayo el descansillo de la escalera.
-     Mamá, ¿Es mucho para toda la vida? –
-     ¿Qué es para toda la vida? –
Volví a preguntar gritando aún más fuerte.
-          ¿Es mucho para toda la vida? –
Repetí en tono un poquito más bajo.
Mamá miró hacia mí extrañada y silenciosa.
Soltó la cazuela que removía alzándola asida por las asas y batiéndola de un lado a otro como si se tratase de una extraña danza del vientre acompasada con cazuela.
 Apagó el fuego y se dirigió hacia mí.
-          ¿Qué te pasa cariño? –
Preguntó muy cariñosa mamá intuyendo algo grave.
-          ¿Es mucho para toda la vida? –
Volví a preguntar en tono calmado y apoyando mi cabeza sobre el pecho de mi mamá.-
-          Para toda la vida es para siempre, Ana. –
Contestó mamá.
Yo la escuché atentamente y me quedé pensando….
-          ¿Para siempre es mucho tiempo mamá? –
Pregunté temerosa de la respuesta.
-          ¿Qué quiere decir para siempre mamá? _
-          ¿Cuánto tiempo es para siempre? -
-          ¿Son muchos días, para siempre? –
Pregunté.
-          Para siempre…. es mucho tiempo, Ana.
-          Mucho tiempo.
-          Para siempre…. es para toda la vida –
Volvió a explicar mamá mirándome de frente y repitiendo  lo definido en la definición, como sin saber buscar una respuesta que ella misma no podía encontrar.
Yo me encontraba sentada sobre sus rodillas e intentaba entender.
Miraba muy atenta el movimiento que hacían los labios de mamá. Muy, muy atenta para poder así adivinar qué querían decir aquellas palabras que ya imaginaba debían ser tremendas.
Mamá me miró de nuevo y adivinando que yo permanecía en mi ignorancia, retomó la explicación.
-          Ana, ¿recuerdas aquella flor tan linda que compramos en primavera?
      Moví mi cabeza de arriba abajo asintiendo sin decir ni palabra.
Escuchaba intentando comprender qué tenía que ver aquella flor tan linda que me compró mamá…. Claro que la recordaba, era una flor preciosa blanca, de un blanco tan blanco que parecía tener luz, se llamaba azucena, igual que mi amiga Azucena.
Azucena es un nombre tan bonito…
Antes de conocer a mi flor, pensaba que Azucena era un nombre raro y complicado de decir, pero después de mi preciosa flor, pienso que es un nombre precioso y además  recuerda a aquél olor tan maravilloso que mi flor desprendía para agradecer mis cuidados.
Yo, jamás había olido nada tan delicioso como el olor de azucena y no sé por qué al recordarla se me llenan los ojos de lágrimas y se me hace como un ahogo en la garganta que tampoco entiendo.
Comenzó siendo un capullito verde alagado con la forma de una aceituna larga y estrecha. Cuando se puso grande y se abrió, era una maravilla. Me sorprendió mucho verla crecer tan hermosa.
Surgió de una hoja larga, tosca y verde, similar a un tallo cualquiera que parecía muy pobre soporte para tanta belleza.
Después fueron surgiendo otras más, hijas todas del mismo tosco tallo verde, todas tan hermosas como la primera, pero para mí ninguna fue tan especial como aquella primera flor.
Recuerdo que lloré mucho aquella mañana.
La saludaba todos los días nada más levantarme y comprobaba que no estuviera sedienta.
Siempre le preguntaba antes de darle agua que si le apetecía otra cosa, le hubiera dado leche de mi desayuno, o leche con cacao y azúcar que está más rica aún, pero mamá siempre me decía que a Azucena sólo le gustaba el agua.
Aquella mañana corrí a saludarla pero ella se había encogido, se había aburrido. Se envolvió en sí misma como si se hubiera enfadado acurrucada en un rincón.
Su color, antes brillante se había apagado y tornado de blanco a marrón.
Había dejado de oler y se la veía tan triste…
Intenté hacerle la respiración artificial, pero no respondía y hasta parecía encontrarse peor cada vez que  le soplaba...
Pensé que le hacía falta más agua y le di de beber, (esta vez le di de mi leche con cacao para que se pusiera fuerte y recuperase su vigor del principio)
Mamá me explicó que se había marchitado porque las flores se marchitan y tenemos que esperar a que vuelva a ser primavera para volver a ver a tu amiga la flor.
Yo lloré mucho cuando se marchitó.
Mucho.
-     Verás, Ana.
-     Toda la vida de la flor, es el tiempo que duró nuestra flor. -
-     Entonces… mamá… -
-     Para siempre es poco tiempo ¿Verdad? –
-     La flor duró muy poco tiempo mamá –         
Y esto último lo dije llorando, pues no pude contenerme pensando en el miedo que me daba la posible respuesta de mamá.
Mamá me abrazó y me dijo:
-         Vamos a ver, mi niña…
-         ¿Qué le pasa a mi pequeña muñequita? –
Me abracé a mi mamá y lloré aún más con mucha tristeza y mucha pena.
-         Cuéntale a mamá qué te pasa que mamá necesita saber qué angustia tanto a su muñequita. –
Dijo mamá depositando en mis ojos y en mi frente un montón de besos intercalados en cada una de sus palabras.
-         Te quiero mucho mi niña. –
Guardé silencio un rato sin poder parar mis congojas.
-          Es que te enfadarás conmigo. –
-          No te preocupes cariño que no me enfadaré. –
-          ¡Mamá! ¡La señorita me ha dicho que si hablaba me quedaría sin recreo para toda la vida!
-          ¿Hablaste Ana? –
-          ¡Síiiii!!!
-          ¡Mamáaaaa!!!
-          ¡HablEEEeeeeee!!!
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