Hoy
paseó mi Lúa,
por el
parque del Oeste.
Aunque,
para mi perrita,
Parque
Esmeralda es éste.
Y es
que sus tierras se visten,
de mantilla
fresca y verde.
Diente de
león la esperaba,
sin
rugir, nada de nada.
Se acercó
Lúa curiosa,
y sopló
sobre sus rosas,
el diente
la sorprendió
paracaídas,
con formas,
de
inmaculados paraguas.
Un
mirlo negro azulete,
contó a
Lúa al oído,
cosas poco
pertinentes.
Amores en campos vividos,
de
gorriones, pardillos,
de jilgueros
atrevidos
que
tempranean sus nidos
disfrutando
entre trinos
de cariños y saludos.
No se
inmuta mi perrita,
que se ha
vuelto modosita.
Al gran
perro policía,
que le
amonestó el otro día,
saludó
con cortesía:
Buenos
días tenga usted.
Buenos
días señorita.
Vio un perrito astronauta,
Paseando
su escafandra,
sin nave y sin bufanda.
sin nave y sin bufanda.
Dos
perritos como ella,
chiquitines,
y de orejas
picudas,
listas, y tiesas.
Le
contaron que la luna,
se
perdió ayer, de noche
entre
una espesa bruma.
Y que
el viento de levante,
sopló
con fuerza indomable,
para salvar
del celaje,
al satélite, con energía y coraje.
Mi
chiquita llegó a casa,
con sed
de hogar y sosiego.
contando
en idioma perro
que en el parque le espera,
ansia de aventura nueva.
Para
mostrarle mil cosas,
de
bichos, de rojos gorgojos,
Y muy
dulces, mariposas.
© Copyright 2017 Mercedes del Pilar Gil Sánchez #AbuelaTeCuenta