La tarde revirtió en luto
la luna de primavera,
envolví mi alma de duda
bordé en mi cara la pena.
Deshice en lluvias las olas
que surgen de la marea,
y aparté de tus entrañas
todo resto de tormenta.
Y te vi llorar de duelo,
y sentí en tu voz, condena
y cosí entre mis brazos
rosarios de luna negra.
Y sentí partir en jirones,
mi flor de lluvia y tristeza
despedazada, en un grito...
como una camisa nueva.
© “copyright” Mercedes del Pilar Gil
#AbuelaTeCuenta