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lunes, 15 de febrero de 2021

San Valentín y, "el diente incipiente"

Felipe, ha sido desde siempre un niño precioso y rubio con ojos color de cielo, su boca pequeña de labios carnosos, facciones suaves, nariz respingona y graciosa que endulza aún más ese, su rostro tranquilo, de dulzura sonriente...

Ha mostrado precocidad el pequeño en renovar sus incisivos de leche, a los que siguieron unas hermosas paletas blancas y bien formadas que fueron premiadas con halagos por todos sus familiares, y hasta el ratoncito Pérez que se había apresurado en llevarse a la ciudad de los dientes perdidos aquellos pequeños dientes lactantes, faltantes hoy en su boca, se frotaba las patas delanteras pensando en que algún día pudiera llevarse aquellas hermosas paletas.

Al parecer, desconoce Pérez, que se trata de “dientes permanentes” que han de dar comienzo un tanto prematuros, al estado adulto del chico…

Lo más terrible ocurrió llegado el tiempo de la comunión de Felipe, cuando por pura casualidad, pasó su lengua por la encía derecha…

¿Qué era aquello que interrumpía la uniformidad de su mandíbula?

Corrió el pequeño hacia un espejo, levantó con su dedo índice el labio superior para dejar a la vista la parte más alta de la encía, y ver en medio de un estupor increíble, el blanco asomo un diente por encima de un canino de los nuevos…

— ¡Mamáaaaa!

— ¿Qué pasa hijo?

— ¡Mira! — dice el niño señalando aquél puntito blanco casi imperceptible, que comienza a despuntar del rosado rojo que le rodea…

— Vaya por Dios, ahora que llega tu comunión ya no podrás reír para las fotografías.

Notó felipe que sus mejillas se llenaban de calor, volvió a mirarse al espejo, y…

No parecía posible que en tan poco espacio de tiempo el blanco asomase con mayor contraste e impusiese mayor obstáculo para su lengua.

— ¿Qué le ocurre a Felipe? — Pregunta el padre.

— Nada, Antonio, que uno de sus dientes ha desviado el camino…

Fíjate tú, a ver qué hacemos ahora con las fotografías…

— Déjame ver… Eso no es nada hijo mío.

¡Valiente tontería!

¡Si el niño tiene que reírse que se ría!…

¡Hasta ahí podríamos llegar… Estaría bueno!...

¡Esas fuesen las desgracias que le vayan a suceder en su vida…

¡Tontadas, no son más que vulgares tonterías!


Pese a la displicencia y la amplitud de aspavientos de su padre “Antonio” a Felipe lo le resonaban como montadas en una rueda que gira y gira, son aquellas palabras de su mamá:

“No podrás reír en las fotografías”

Desconocía por entonces, que aquél blanco creciente, tubiese la fuerza de enturbiar su personalidad y hacer de él un niño distinto para siempre. Lo supo a la mañana siguiente, cuando llegó al colegio, y su mano derecha acudía a su boca de forma automática para tapar esa parte incómoda que pudiera asomar a su conversación o a su sonrisa.

Su labio superior aprendió enseguida técnicas de camuflaje que ni siquiera Felipe pudiera jamás pensar que esa parte de su boca pudiese tener en cuenta con tanta rapidez y maestría.

Aún que… pese a todas estas estrategias, quizá en algún descuido de la mano o del afanado labio del chiquillo, el entremetido de Alberto, se ha dado cuenta del diente incipiente, y…

Como no; gritó en medio del recreo apercibiendo a todos los amigos de la especial blancura…

— ¡Felipe tiene un diente en la encía!

— ¡Pues claro, igual que tú! — Sale en su defensa Alicia

— ¡Que no, que lo tiene encima de la encía!

Yo los tengo por debajo de la encía…

So espabilada —

— ¿A ver? —

Se interesan todos haciendo remolino en derredor de Felipe, a lo que él contestó cerrando con mucha fuerza su boca.

No pronunció palabra en todas las horas posteriores que quedaban de colegio, y hasta recibió un castigo de su maestra por desobediencia, al no responder a ninguna de sus preguntas…


El carácter del pequeño se ensombreció desde ese primer minuto de ese mismo día, no salía a jugar al patio con excusas de tener que estudiar, y si sus maestros protestaban, lloraba en niño y le dejaban en la sala del señor director, aquella media hora de asueto; se encerraba durante horas en su habitación, mientras que el diente, cómodo con el lugar elegido para su brote, emergía al exterior sin más trabas que las de dejarse llevar por el paso del tiempo.

Felipe, cada vez más taciturno, huía de los espejos, de los amigos, y también del colegio… Siemrpe tenía una excusa para obviar cuanto expusiese al mundo, su impertinente diente.


Alicia, su compañera de clase se preocupaba por él, llamándole por teléfono, escribiéndole mensajes por el whatsapp, e interesándose por los problemas de mates que siempre a ambos, les habían preocupado.

— ¿Qué te parece si estudiamos juntos?--- Propone Alicia mostrando gran interés.

— No hace falta que te sacrifiques por mí, Alicia; de verdad que no.

— ¿Desde cuando estudiar juntos dos amigos supone un sacrificio?

¿Voy a tu casa, o vienes tú a la mía?… No aceptaré un “no” por respuesta.

Sólo has de decirme a qué hora…


Quedaron aquella tarde, y la tarde siguiente, y la mamá de Felipe, llegadas las cinco de la tarde, les ponía un bocadillo grande de merienda; tiempo que los pequeños aprovechan para charlar de sus cosas.

Ha observado Alicia en que en esos momentos de relajar sus mentes, la de su amigo, se distiende y olvida de tapar con la mano o con el labio superior, el semáforo blanco que intenta poner obstáculos a la preciosa sonrisa del chico. Ella, le mira embobada, a los ojos, a la boca… Le embelesan sus palabras, mientras que él parece no darse cuenta de la atención de la chica…

Parece… A no ser por ese ligero rubor que cubre sus mejillas…

En uno de esos instantes de especial brujería, se acercan las caras y le besa la niña.


Perdona Felipe, ha sido un impulso que no he sido capaz de reprimir… Eres tan guapo…

Felipe, enrojeció de vergüenza y… su movimiento instintivo volvió a tapar aquél diente desabrido y displicente.

— Me encanta ese diente que asoma de tu encía.

Es tan gracioso, y me gusta aún más ese punto de pilluelo que proporciona a tu rostro de rubito angelical.

Felipe sonrió con la mejor de sus sonrisas.

Hacía tiempo que no recibían la luz sus paletas, y mucho menos, el subsodicho diente.


©Mercedes del Pilar Gil Sánchez

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viernes, 12 de febrero de 2021

Mi Luita es:

Es mi Luita,

una bella princesa

de almohadones mullidos,

de coronas de perlas...

Trajes de mil enaguas,

de guisantes ocultos

en colchones de seda,

y como mi Luita 

es tan coqueta,

se pinta los labios

del color de fresa...

De dragones heridos,

y brujas perversas...

A mi Lúa le gusta

pintarse lunares,

hacerse las uñas 

siempre perfectas...

Ha nacido Luita

como una muñeca,

de ojos delineados

para salir a bailar

los días de fiesta.


👸👸👸👸👸👸👸👸 ©Mercedes del Pilar Gil Sáncez

#AbuelaTeCuenta 


jueves, 11 de febrero de 2021

Vivir, viviendo en pandemia...

El vivir será en pandemia

fiel, simulacro de guerra...

Respirarás sin suspiros,

que el aire, al cuerpo adentran...

Serás un beso sin labios;

oraciones sin dos hilos,

que predicando en desierto,

solo, remueven la arena. 


©Mercedes del Pilar Gil Sánchez

#AbuelaTeCuenta




lunes, 4 de enero de 2021

Frío que pela...

Frío que pela... 
Frío que pela!
Dice mi niña 
mientras que tiembla...
¿Frío que pela? 
Pregunto yo...
y entre mis brazos 
le doy mi amor...
Frío que pela, 
responde ella.
Toco su hocico; 
¡Válgame Dios!
Y en su mantita, 
la envuelvo yo.

Copyright Mercedes del Pilar Gil Sánchez
#AbuelaTeCuenta 

viernes, 25 de diciembre de 2020

Amanece en Navidad

Amanece hoy temprano
y el cielo parece helado,
de mazapanes nevados
y dulces sabor a fresas;
a turrón y mantecados...
Y... calienta en el tejado
un sol algo despistado
que ha llegado de otras tierras;
Cantan los niños en grupos
villancicos anticuados
y algunos renovados
que nombran el Nacimiento
con algoritmos de teclas:
con teléfonos privados
que publican buenas nuevas.
Noel luce acalorado
Más rojo que en otras fiestas
Le flaquea la memoria
y ha de poner cuidado
de no confundir regalos
en el fragor de la Fiesta..
Nos promete que ha ayunado
siete días con sus noches
para darles un bocado
a todas nuestras galletas.
Comienza la cuenta atrás,
acuéstate muy temprano
que no te pille despierta!
Que es Noel bastante raro
y no quiere que le vean.
Que le perdones me ha dicho,
si con el regalo no acierta,
pues dice por todos lados,
que siempre en estas fechas
él se vuelve majareta.
FELIZ NAVIDAD QUERIDOS TODOS
Copyright Mercedes del Pilar Gil Sánchez
La imagen puede contener: Mercedes Del Pilar Gil Sánchez, texto que dice "LA ABUELA TRIGUENTA TE DESEA Mamá Noela DAD"

jueves, 24 de diciembre de 2020

Homenaje a los pequeños que se han comido la culpa y la responsabilidad de esta horrible pandemia. Benditos pequeños...

Edel cumple trece años comenzado dos mil veinte,

edad que ha puesto mamá, como fecha o medida

de permitir a la niña, ir al cine con amigas…

aunque la juzgue joven, de salir con pretendientes.

 

Más… Gira el mundo. En una de sus vueltas enloquece

el universo se agita para cazar en sus redes,

un virus hecho a medida. Una burla del destino

que sin conciencia y sin tino, se multiplica y encubre…

 

Porta principal misiva, de darle a la vida muerte.

Convulsan mentes preclaras que no creyeron en nada,

al colapsar hospitales, camas, ataúdes, funerarias…

Sucumbiendo al villano miles de miles de almas.

 

El miedo da paso al pánico como río desbordado

sin más topes sin medidas, y se vacían las calles…

Visiones de otros lugares, tales como las de China

muestras dan con su presente, del futuro de la niña.

 

Ya que el virus espantoso, ha de recorrer la Tierra,

sin pausa de punta a extremo; sin pausa de extremo a punta…

Llegando el confinamiento, que aísla sin duda a Edel

y se mueve en su casa, de borde a borde de esquinas.

 

Y... online se comunica y entretiene la chiquita

y, online también aprende, y le distraen los pucheros

trajinando en la cocina; alimenta a la indolencia

con plunkeys, o con galletas, con arroz o con natillas…

 

Edel sabe y se resigna, a que la situación le oprima

quiere salvar a sus padres, a sus abuelos y tías…

No quiere que les suceda lo que a la abuelita de Tina

a la que alcanzó el malvado, sin piedad y sin medida.

 

A las ocho en la ventana, himnos de supervivencia

entre aplausos y vivas, canta a la tarde la niña.

Aquellas ocho la vio, la ambulancia que venía

a aquél portal de al lado, en el que vive su amiga.

 

Vio salir a la abuela, a quien ella, por ser de su amiga,

como si fuese la suya, Edel, a la abuelita quería

Se la llevaban los mozos, como astronautas vestían

y creció de nuevo el miedo en mente de la chiquita…


©Merecedes del Pilar Gil Sánchez

#AbuelaTeCuenta





martes, 22 de diciembre de 2020

El hijo de Dios ha llegado a la Tierra

Adormece la tarde,
Y… María despierta.
Se hallaba cansada; 
tendida entre cañas,
dormía una siesta.

En su vientre sagrado
bulle la existencia,
y… María, la Virgen
se hallaba molesta.
¡Prepara una cuna!

Suplica la madre
¡mi niño… Que llega!…
José que es el padre,
unas cañas pliega…
Las llena de gracia
alegría, y fiesta.

¡Que nace mi niño,
la hora está cerca!
¡Venid, contempladlo,
acabó la espera!
Mi esposa, María
Alumbra la llama
De la vida eterna.

Hoy Dios nace hombre
en medio del frío
bajo esta linterna.
Señalando al Cielo
una estrella muestra
un punto brillante,
seguido de estela.

¡Venid, pastorcillos!
Venid, que os espera
milagro divino
el Hijo del Hombre
que es Dios en la Tierra.

Dormido entre cañas,
sobre pajas doradas, 
ahuecadas y tiernas,
henchidas de gracia…
alegría y… Fiesta
Regálate para estas Navidades unas Vacaciones que iluminen tu vida. 


Ramón Luque Sánchez, Pedro E. Gil Sánchez y 32 personas más
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jueves, 17 de diciembre de 2020

Navidad..

Corrían tiempos difíciles, el mundo Tierra se anegaba en propias y profundas aguas, compuestas por indiferencia, odio y apatía.

Nadie creía en nadie la amistad como castillo descimentado, se derrumba cada día, ya que la traición con aire impuro convivía. Se destrozaban las almas que los cuerpos contenían, que morían mientras les habitaban; desaparecieron las pocas palabras que pudiesen contener en sí mismas simple atisbo de empatía.

No existen amigos o amigas…

No existe nada que pudiese recordar una sonrisa… Ya nada ni nadie recuerda cómo mover los músculos faciales y esbozar con ellos una mínima sonrisa…

Estaba todo perdido, el sol ya no calentaba, y de salir y de ponerse sin más, se aburría; la oscuridad se hizo dueña de la noche y del día, se marchitaron las plantas, y la humedad contenta, igual que un moho sin claridad, y a su aire, como la necesidad, crecía.

Faltaba en el mundo lo esencial.

Y por esencial, lo primordial se moría.

En el Cielo, la Eternidad sin descanso en pensamientos de enmienda, solo, se debatía…

Había que hacer algo…

Un día de diciembre en medio del frío, aislado de todos, el Hijo de Dios nacía…

Se producía el milagro a horas de luz más escasa y, una estrella que hacía poco había estado adormecida, se posó sobre el Milagro, para marcarlo en el día.

Pastorcillos que hasta entonces de los humanos huían, partieron de sus cercados para ofrecerle al Nacido, el futo de todas sus vidas, el regalo de sus huertos que en sus hombros retenían.

Las caras de los presentes por vez primera reían, y se rozaban las gentes, como se roza la vida… y nacieron las palabras… Amor, Ilusión, Empatía… Y nos amamos gustosos, y más amor el Amor por cada rincón repartía…

Se mejoraron los campos, las aguas cobraron vida… La  vida se abría paso como un agua dulce vertida… Volvió a lucirse el verde a la luz del nuevo día…

Dios, y su Divino Regalo curó las almas podridas, y fuimos amigos todos, y el pensamiento de muerte volvió por fin a la vida.

Y Navidad le llamaron desde ese mismo momento en que regresó la Luz a una Tierra corrompida, para llenarla de amor, amistad, simpatía.

Navidad, Navidad por siempre…  como un TE QUIERO a la VIDA.

Copyrght 

©Mercedes del Pilar Gil Sánchez #AbuelaTeCuenta #Navidad 

🌟NAVIDAD🌟

https://www.agapea.com/Mercedes-del-Pilar-Gil-Sanchez/Las-vacaciones-que-iluminaron-mi-vida-9788494695025-i.htm



Presentaciones de libros... Me la recuerda el Facebook.

En la presentación:
Me asomé a mirar y enseguida, me senté la primera y en la primera fila.
Escuché a mi abuela (que siempre va detrás de mí intentando controlar todo cuanto hago)… preguntar:
—¿La primera fila está reservada?
—No, mujer, puedes sentarte donde quieras…
—Es que la niña se ha sentado la primera, y veo que me está guardando sitio…
—Tranquila, mujer… Ja Ja Ja. Eso es que no se quiere perder detalle.
El interés siempre es de provecho, los niños ya se sabe, cuanto más interés presenten por los actos culturales, mucho mejor.
La veo muy contenta, y eso también es muy bueno… Pocos niños se dejan traer a estos actos…
Se la ve despierta y lista.—Mi abuela escuchó orgullosa y apartando alguna silla que otra, se colocó pegada a mí (literalmente hablando)
La amiguita de mi abuela, comenzó la presentación de su novela… No recuerdo demasiado bien de qué iba, pues mientras que ella hablaba, yo distraía mi mente con un blandi-blue rojo con ojos que cuando lo estiraba o encogía cambiaban de forma y posición, y que venía además acompañado por una réplica exacta de cucaracha fabricada con plástico del mismo color marrón oscuro característico de esos insectos o bichos… O lo que quiera que sean…
¡Sí, de esos que dan tantísimo asco!
¡Claro!
De esos que cuando te ven y se dan cuenta de que les has visto salen corriendo a la mayor velocidad que pueden dar de sí sus patitas.
Sí, de esas que cuando tú las ves, sales corriendo en dirección opuesta a la dirección en la que ella había salido corriendo.
¡JA, JA Ja!!!!…
Sería algo muy gracioso, si no fuese por el miedo que dan… Y… por ¡EL ASCO!!!
Después de un rato de esconder y asomar a “Cuky” (que así la bauticé) en el contenedor del blandi-blue…
La amiguita de mi abuela terminó de decir de qué trataba su novela.
¡Me alegré!
Guardé a Cuki en su bola y…
Al instante, me di cuenta de que sólo fue un espejismo…
Cuando dejó de hablar la amiguita de abuela, comenzó a hablar una mujer que había escrito también una novela…
No recuerdo su nombre, ni recuerdo de qué habló... Era algo de una peluquería y de cosas que gustan o no gustan a sus clientas…
Me resigné, y permití otra vez que Cuki saliese de su contenedor y volviese a jugar conmigo…
No me enteraba demasiado de qué decía la mujer, hasta que apareció una palabra rara…
Enseguida pregunté a mi abuela…
—Abuela, ¿qué es erotismo?—Mi abuela me miró y pensó un rato…
—Un género literario—Contestó.
Dejé de jugar con Cuki y presté mayor atención a las palabras nuevas y extrañas…
¿Por qué decía aquella mujer que echaba polvos?... Volví a preguntar a mi abuela…
—De la harina, porque es cocinera...
—¿Pero no habíamos quedado en que era peluquera?
—Pues serán del maquillaje—Contestó mi abuela…
Surgió otra palabra… sexo…
Mi abuela cogió la casa de Cuki, mi chaquetón, mis pañuelos, mi botella de agua, y dijo:
—¡Uy! Qué tarde es…
—¡Vámonos Ana!
Obedecí, a pesar de que se estaban poniendo interesantes las palabras raras… Pero más interesante estaba la calle con la iluminación navideña, la pista de patinaje sobre hielo, los caballitos, la montaña rusa de alces… El árbol enrome construído de luces…
La casa de Papá Noel, el portal de Belén pegado a la iglesia Mayor…
La calle, era un lujo reluciente, brillante y navideño…
Distraje a mi abuela para que ella también disfrutase de todo lo que la calle regalaba a nuestros ojos ávidos de luz y alegría, quería que impregnase su mirada de belleza, de armonía, de fraternidad y gozo festivo sin igual, que aflora del silencio invernal cada año en estas fechas…
Qué importaba un rato más…
…Cerca ya de casa…
—¡Abuelo, conozco un género literario nuevo!
—¡Qué bien. Cuánto aprende mi niña con su abuela!
¿Y qué género es ese?...
—¡El erótico, abuelo!
Ahora, en cuento llegue a casa, miraré en mi ordenador todas las palabras raras que han surgido en la presentación de la amiguita de abuela.
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