He de deciros queridos
amigos, que de verdad estoy encantada con esta oportunidad que me brinda
Vanessa Calonge para poder saludaros y acercar mi voz a todos cuantos deseéis
desde aquí escucharla, y ofreceros mi modesta experiencia presencial con la
feria del libro.
Mi nombre es Mercedes
del Pilar Gil, a quien quizá conozcáis en redes sociales como abuela te cuenta.
Desde que era niña he
soñado con ser protagonista en alguna de las ferias del libro, he soñado con
librerías, con bibliotecas, y con grandes estanterías repletas de libros, ya
que los libros me han atraído desde siempre. Los libros, su contenido que
exhorta a la mente a ser elevada hacia el mundo de los sueños; su exterior que es el comienzo y promesa de cuanto
sucede en ese mágico contenido y su maquetación, el olor característico a sabiduría, al que
únicamente sus páginas divinas, pueden tener acceso.
Desconocía entonces,
que un día se haría realidad aquella ensoñación de chiquilla fantasiosa, aunque
hubieron de pasar muchos años y muchas ferias para que el deseo primigenio y ya
casi olvidado, tomase forma, pero la tomó, y no en una caseta ferial, ya que
eligieron los hados hacer feliz a aquella pequeñuela en el Centro de Congresos
de la Real Isla de León, donde en 2018, mi novela Las vacaciones que iluminaron
mi vida tuvo el honor de dar comienzo a la feria del libro de San Fernando en
Cádiz.
Ni que decir tiene
que todo cuanto a mi alrededor acontecía en esos momentos, se veía traducido dentro
de mí en grandísima alegría, y en un enorme temblor de nervios, para acabar
siendo ese especial recuerdo, que guardar para siempre en mi memoria.
Se sucedieron después
otras ferias como las de mis sueños infantiles, en casetas al aire libre, y en
prestigiosos edificios repletos de historia, como sucede con la feria de Cádiz
que señorial y majestuosa, transcurre en el Baluarte de la Candelaria; o la de
Jeréz contenida en los Claustros de Santo Domingo llenos de exquisita
representación religiosa.
Las ferias del libro
son expresiones culturales de muchísimo peso, que acercan al autor a un público
muy diferente al de las presentaciones, puesto que la feria del libro nos
comunica con un público viandante de antemano interesado, a quien desconoces,
que en tantas ocasiones se acerca a ti con cariño, y eso es siempre tremendamente
emocionante y grandioso.
Me gustaría para
terminar, leeros mi último poema dedicado al libro.
Está soñando la luna?
Mercedes del Pilar Gil Sánchez
He visto ayer a la
luna
que a ratos se
entristecía
y al nada, estaba
llorando.
Poco después se reía
presa de magia o
encanto.
La vi que abría sus
ojos
de cráteres ahondados,
tal como hacen los
niños
con un asombro de
espanto.
¿Qué está haciendo la
luna
con tantos mohines
vanos…
Por qué sonríe a
deshoras
por qué es que sufre
y llora…
Por qué esas caras de
pasmo?
Me contestaron dos
nubes
alargadas cual
lagartos
con crestas de cinco
dedos
que quieran agarrar
algo…
Son dos brazos
extendidos
blancos como esa
lunita
que gesticula de
encanto,
He visto además al
lado
estrellitas de
colores
que en constelación
de cuatro
van formando un
equipo
son atril, para las
manos
que van pasando de un
libro
páginas de letras
vivas
que recitan vivos cantos.
Puedo decir con
soltura
que he visto leer a
la luna
usando un atril de
estrellas
y el lujo de remos blancos.
Muchísimas gracias
Vanessa recibe mis besos para ti y para todos vosotros que con paciencia me
escucháis, junto con mi cariño.
©Mercedes del Pilar Gil Sánchez #AbuelaTeCuenta