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jueves, 9 de septiembre de 2021

Detective Lila

El olfato fato,

de la Lila, lila

descubre el rapto

del perro salchicha;

Don Kufato Pato,

rey de la cocina…

denunció el caso

en la oficina

de nuestra perrita

Decía en la puerta:

“Detective Lila;

lo que usted no encuentre

se lo trae la Lila”

En el restaurante

de kufato Pato…

hoy hay una muestra

de buenas salchichas…

Don Ramón Romero

el gran cocinero

sirvió en un plato,

de un camarero

un perrito chato

que estaba durmiendo…

Logró rescatarlo

nuestra Lila, lila

cuando Don Valiente,

en medio de panes,

iba a hincarle el diente…

Si algún día algo

a usted se le pierde;

un cristal tintado

o algún pendiente…

Llamas a mi Lila

como buen cliente.

©Mercedes del Pilar Gil Sánchez

#AbuelaTeCuenta

https://www.agapea.com/Mercedes-del-Pilar-Gil-Sanchez/Las-vacaciones-que-iluminaron-mi-vida-9788494695025-i.htm

 

Yo, me declaro en huelga!

Tres horas en la cocina,
revista al refrigerado
proceder al almuerzo;
que si recoge los platos…
Que si idas y venidas,
que si fregona, deshechos…
y entre las tres, o más horas,
el patio, permanecía 
como la boca de un muerto.
Ni ruidos de lavadoras,
ni campanas extractoras,
ni un piar de Doña Lola
ni el pájaro que se posa
en el alfeizar del cuarto...
Sale a tender la vecina,
y le pregunto al tanto…
¿Vecina, qué es lo que ocurre,
qué es lo que pasa en el patio?
¡Qué va a pasar hija mía,
la electricidad, que tiene
un precio de espanto!

¡Yo no soporto el silencio,
desde ya de cocina
en huelga hoy me declaro!
***

©Mercedes del Pilar Gil Sánchez Mercedes Del Pilar Gil Sánchez


miércoles, 8 de septiembre de 2021

Qué voy hacer si me mira...

Me mira la Lila, lila…

La Lila me está mirando

con su hociquito de perla,

con su rabito encantado…

Apoyando sus patitas,

en su sillita de esparto…

Me mira, la Lila lila…

La Lila me está mirando.

©Mercedes del Pilar Gil Sánchez


#AbuelaTeCuenta  Mercedes Del Pilar Gil Sánchez



martes, 7 de septiembre de 2021

El amor

No es ciencia el amor

que es deseo y dinamita,

es un aire que te excita

desde el suelo, hasta la cinta

que te rebosa del pelo.

Nada pueden los sentidos

contra el amor verdadero.

Jamás pensará el amor

en qué es bueno o qué es malo;

conveniente o acertado…

El amor es sólo amor

y no se ajusta a debate

de sentimiento o de arte…

de aquí, o ninguna parte,

cuando el amor, es amor.

Cuando se vive en amor

él es único vidente,

a los amantes los vuelve

cegatos, y medio tuertos

y jamás se han de fijar,

si el querer de él, está vivo,

o por el contrario muerto…

No contemplará el amor

el hábito de un Monseñor

o compromisos previos

porque el amor es locura

y ha de beber de por vida,

la bebida prohibida

con ritmos de sacramento.

“Creced, y multiplicaos”

Así nos dijo el buen Dios

cuando nos creó a los dos

acoplables y acoplados…

Entonces nació el amor

y se hizo Dios el amor …

para los pobres humanos,

y quererse como hermanos

no es suficiente AMOR…

©Mercedes del Pilar Gil Sánchez Mercedes Del Pilar Gil Sánchez


#AbuelaTeCuenta

 

lunes, 6 de septiembre de 2021

Las Pandemias y pandemias asociadas

Las pandemias; sabemos que de siempre han existido pandemias.

La historia medieval se encuentra plagada de muy distintas pandemias; aunque de la primera que se ha dejado constancia, vino a suceder durante el mandato de Justiniano, en la antigua Roma entre los años 541 al 549 y que tras investigaciones llevadas a cabo en tiempos recientes, se ha llegado a conocer después de arduas analíticas, que el culpable del estropicio habría de ser el mismo que despertara ochocientos años después con el nombre común de “peste negra; o Yersinia Pestis”. A la más reciente de las pandemias no hace falta nombrarla, pues forma parte del ambiente en el que hoy, y día tras día, intentamos sobrevivir…

Después de tantas y tan diversas experiencias, el ser humano ha venido a comprobar, que una pandemia es lo más semejante que existe a una guerra, y que como tal, una pandemia tiende a desplegarse estratégica y colectivamente; existiendo como en las guerras, nacionales, cuando el enemigo no se desplaza más allá de un mismo país; aunque su mano larga de muerte, consiga llegar a cualquiera de los lugares o poblados de la nación elegida, por alejados que unos de otros se encuentren…

Otras, sin embargo, tienden sus redes hacia cada punto del mapa mundial; como ocurre hoy… en el momento presente; aunque el dañino haya partido de un pequeño lugar perdido en uno de los más diminutos puntos de ese supuesto globo terráqueo que atravesado por un eje central gira sobre una mesa de escritorio; el insensato encontrará cómo expandirse, viajando entre los humanos que se desplazan aquí y allá en los más diversos transportes… No hará ascos el “bicho” a que se trate de un autobús cargado en multitud de gente, o que se trate de un simple ascensor con dos o tres personas; de una movida en una playa abarrotada de bañistas, o de una sala de estar ocupada por cualquiera de nuestros familiares. No, para él el tiempo o el volumen carece de importancia, ya que el bicho es paciente, y no se afectará por atacar en masa, o ir hallando uno a uno a cada individuo sacrificado, como si de un astuto juego del escondite se tratase…

Como en la guerra, los más valientes serán los primeros en caer, los que saliéndose del desfile, busquen el porqué del ataque; los que se dediquen a tratar a los heridos, los que recogen los cadáveres, o quienes sin miedo a la muerte traten de paliar mediante vacunas, las consecuencias causadas por el malvado.

Sucumbirán la mayoría de valientes, entregando lo más preciado que poseen, exponiéndose al causante, para dar nueva vida y oportunidad a la humanidad restante, por medio de vacunas, investigación de productos, y un largo etcétera de distintas pociones salvadoras de vidas.

Las pandemias al igual que las guerras allá por donde pasen, cambiarán la vida por miseria.  Colapsarán las tierras que no darán a basto para acariciar los cuerpos que inertes se acurrucan entre los granos de sus semillas. Colapsarán las empresas y los  recursos que éstas ofrecían. El paro se hará el dueño de las calles, junto con el hambre, que invadirá de tristeza las más concurridas avenidas…

Los hijos, que antes de la pandemia eran hijos de la vida, pasan a ser ahora  hijos de la carencia… y de la total carestía.

Las pandemias, al igual que las guerras, serán madres de pandemias, más larvadas, más cruentas… más sufridas.

La pandemia del desgaste; será la primera en hacer mella entre los sobrevivientes…

Una de las más importantes, la pandemia de todas las culturas, de la que los infantes van a ser como siempre los más perjudicados, o perjudicados de por vida, ya que a ellos habrá de faltarles tiempo de explicaciones científicas y tecnológicas, y la convivencia con el grupo, tan importante para las edades tempranas en las que el carácter nace y se renace día a día…

La pandemia del hambre; la más dolorosa de las pandemias que viene ahora a agravarse con la maldita pandemia energética que está elevando a pasos agigantados la bolsa de la compra, el alivio del calor, o el frío de loa hogares, y la convivencia diaria de quienes ya no tenían para abrir la puerta de la casa, y esparcir la mente con cualquier chuchería…

Existen pandemias, pandemias que se repiten en la historia de los pueblos, inevitables, tanto como muchas veces lo son las guerras…

Los virus son caprichosos, muy voluntariosos, resistentes, e inevitables…

Pero… ¿Y qué ocurre con las otras pandemias… Las pandemias asociadas... Qué ocurre con las que hacen que los pobres no puedan dar continuidad a sus días?…

¿Es justo que ocurra esto en un país del llamado primer mundo?...

©Mercedes del Pilar Gil Sánchez