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lunes, 5 de julio de 2021

Digamos No a la violencia.

Muchas veces, y muchos días cuando en la mañana me despierto,  me levanto, y al ver las noticias, rezo por conseguir que la modorra, me devuelva pronto al sueño. 

Y es que no sé quién soy, o quienes somos, ni el país en que vivimos, ni cuál es el siglo al que pertenecemos.

Pero aún así, quiero creer que somos personas, y me empeño además, en confiar que lo somos, desde el instante mismo en que insuflamos el primer aire a los pulmones, en ese momento único de hacernos terrenos.

Yo sé que somos personas.
 
Lo Sé.

Somos personas, independientemente del sexo con el que meemos.

Somos personas, todos lo somos, nos acostemos o amemos a quien amemos.

Somos personas, sí, todos lo somos; Tú, yo, el niño que juega con las muñecas, o la niña que disfruta del balón en un partido futbolero. Aquella que juega a ser cocinera, o para el que la mecánica y los coches tienen especial sentido, sin que nada de eso se halle marcado, por el sexo de su nacimiento.

Somos personas, lo somos.
 
Lo somos todos...

Entonces... por qué... Por qué no hacemos por respetarnos?

En este lugar del tiempo en el que circulamos, en este instante en que la verdad es de lo más diverso... Por qué no nos llega el espacio para con soltura movernos?....

Qué es lo que nos hace dudar del otro?...

Por favor, vivamos!.... 

Vivamos felices, por favor, amigos míos; por favor, amemos! 

La diversidad es hermosa. Lo mejor, es lo diverso, o seríamos como cromos, igualitos, y muy feos. 

Todos somos personas, y todos, en este mundo cabemos...

Samuel, un muchacho bueno y lleno de vida, ha sido asesinado en la calle, mientras intentaba defender a una amiga, al tiempo que el agresor profería gritos xenófobos.

Descansa en paz, dulce mártir del odio.

Muchas veces... Aún sintiéndome persona, en las personas no creo.
©Mercedes del Pilar Gil





jueves, 22 de abril de 2021

Día del Libro 2021

Mi experiencia presencial con la Feria del Libro 

He de deciros queridos amigos, que de verdad estoy encantada con esta oportunidad que me brinda Vanessa Calonge para poder saludaros y acercar mi voz a todos cuantos deseéis desde aquí escucharla, y ofreceros mi modesta experiencia presencial con la feria del libro.

Mi nombre es Mercedes del Pilar Gil, a quien quizá conozcáis en redes sociales como abuela te cuenta.

Desde que era niña he soñado con ser protagonista en alguna de las ferias del libro, he soñado con librerías, con bibliotecas, y con grandes estanterías repletas de libros, ya que los libros me han atraído desde siempre. Los libros, su contenido que exhorta a la mente a ser elevada hacia el mundo de los sueños;  su exterior que es el comienzo y promesa de cuanto sucede en ese mágico contenido y su maquetación, el  olor característico a sabiduría, al que únicamente sus páginas divinas, pueden tener acceso.

Desconocía entonces, que un día se haría realidad aquella ensoñación de chiquilla fantasiosa, aunque hubieron de pasar muchos años y muchas ferias para que el deseo primigenio y ya casi olvidado, tomase forma, pero la tomó, y no en una caseta ferial, ya que eligieron los hados hacer feliz a aquella pequeñuela en el Centro de Congresos de la Real Isla de León, donde en 2018, mi novela Las vacaciones que iluminaron mi vida tuvo el honor de dar comienzo a la feria del libro de San Fernando en Cádiz.

Ni que decir tiene que todo cuanto a mi alrededor acontecía en esos momentos, se veía traducido dentro de mí en grandísima alegría, y en un enorme temblor de nervios, para acabar siendo ese especial recuerdo, que guardar para siempre en mi memoria.

Se sucedieron después otras ferias como las de mis sueños infantiles, en casetas al aire libre, y en prestigiosos edificios repletos de historia, como sucede con la feria de Cádiz que señorial y majestuosa, transcurre en el Baluarte de la Candelaria; o la de Jeréz contenida en los Claustros de Santo Domingo llenos de exquisita representación religiosa.

Las ferias del libro son expresiones culturales de muchísimo peso, que acercan al autor a un público muy diferente al de las presentaciones, puesto que la feria del libro nos comunica con un público viandante de antemano interesado, a quien desconoces, que en tantas ocasiones se acerca a ti con cariño, y eso es siempre tremendamente emocionante y grandioso.

Me gustaría para terminar, leeros mi último poema dedicado al libro.

Está soñando la luna?

Mercedes del Pilar Gil Sánchez

He visto ayer a la luna

que a ratos se entristecía

y al nada, estaba llorando.

Poco después se reía

presa de magia o encanto.

La vi que abría sus ojos

de cráteres ahondados,

tal como hacen los niños

con un asombro de espanto.

¿Qué está haciendo la luna

con tantos mohines vanos…

Por qué sonríe a deshoras

por qué es que sufre y llora…

Por qué esas caras de pasmo?

Me contestaron dos nubes

alargadas cual lagartos

con crestas de cinco dedos

que quieran agarrar algo…

Son dos brazos extendidos

blancos como esa lunita

que gesticula de encanto,

He visto además al lado

estrellitas de colores

que en constelación de cuatro

van formando un equipo

son atril, para las manos

que van pasando de un libro

páginas de letras vivas

que recitan  vivos cantos.

Puedo decir con soltura

que he visto leer a la luna

usando un atril de estrellas

y el lujo de remos blancos.


Muchísimas gracias Vanessa recibe mis besos para ti y para todos vosotros que con paciencia me escucháis, junto con mi cariño. 

©Mercedes del Pilar Gil Sánchez #AbuelaTeCuenta 

miércoles, 21 de abril de 2021

Los ojos de la Nocturnidad "día del libro"

Dedicado a Serafín y a sus hermanas, cuando eran pequeños.

Los ojos de la nocturnidad

—Sentaos aquí Paqui y Pili; no, así no… Debéis pegaros a mí así, una a cada lado Para que podamos ver lo mismo los tres.

—¡Vale! —Contestan ilusionadas y a dúo las dos niñas.

“Mientras que la noche se cerraba en la oscuridad, la inmensa luna se va escondiendo de prisa entre las nubes…

¿Es que acaso temía ser vista?...                                                      

Un escalofrío heló la espalda de los pequeños, a la vez que unos ojos abiertos a la nueva penumbra, desprendían los escasos reflejos proporcionados por el blanco, y oculto satélite”…

—¡Tengo miedo Sera! —Susurró Paqui muy bajito —Yo también —Dijo Pili con voz temblorosa.

—Pssss —Contestó su hermanito —Tranquilas, que yo estoy aquí, con vosotras; y, ya que mis manos están ocupadas, cogeos fuerte a cada lado de mi chaqueta…

“Los enormes ojos parecían no pertenecer a rostro alguno, vigilando en busca de algún despistado que confiado en no ser visto, pasease la noche a deshora por el Reino de lo Desconocido”…

—¿El Reino de lo Desconocido dónde está Sera? —A lo que Serafín docto como el más sabio de los maestros contestó:

—Podría estar en cualquier lugar, Paqui.

Cualquier lugar inexplorado, podría ser parte de ese reino, que por fuerza, ha de ser  infinito.

—¡Ahhhh! —Contestaron las niñas, no muy seguras de haber comprendido la explicación de Serafín.

“Se hizo un silencio… El silencio, aunque siempre está presente, no siempre es detectable; no siempre se nota la presencia de un buen silencio…

—¿Pero por qué Sera?

—No lo sé niñas…

“Como todo lo oculto, el silencio es un claro ejemplo de que siempre estará ahí, pero nadie que no hiciese caso de ese silencio, podría detectar su presencia”.

—Psss —Serafín que intuyó las preguntas de Paqui, y de Pili, acercó el dedo índice de su mano derecha a la boca y, chistó. Casi, en absoluto silencio.

Paqui y Pili abrieron mucho los ojos y también la boca, pero enseguida la cerraron, no deseaban que sus palabras tuviesen la culpa de borrar aquella nada de silencio sepulcral, que parecía inundar la noche, en aquella supuesta… “NADA” nocturna.

“De pronto, los ojos se abrieron aún más enormes, al instante de que aquella nube apresurada olvidó por un momento, la ocultación de la luna.

Uno de sus fulgores, “el más travieso de todos” aprovechó el nimio fragmento de tiempo, ya que se aburría soberanamente, y estaba harto de no ser punto de atención entre las nubes, y crecía dentro de sí aquella necesidad imperiosa, de hacer brillar como cada noche, a su pizca de natural protagonismo…

¿Pero qué era aquél aire húmedo y caliente que asomaba a la cara de los niños?

Bajo los ojos surgió gracias al rayo travieso, el reflejo de una especie de sonrisa blanca y abierta, que a cada instante, se asemejaba más y más, a un bostezo descoyuntador de mandíbulas; a la vez que un rugido mató en un instante al silencio”…

—¡Socorro! —Gritaron Paqui y Pili las dos juntas —Mientras que Serafín cerró con fuerza extraordinaria, las páginas de aquél pavoroso libro.

 

©Mercedes del Pilar Gil Sánchez #AbuelaTeCuenta 


Firmando #LasVacacionesQueiluminaronMiVida

Novela publicada por Editorial Dalya. 

martes, 23 de marzo de 2021

Sonetos I

Añoro tu sombra cruzar inefable

montada en luces de la mañana

percibo su olor de fruta lozana

que guía mis pasos por senda fiable…

 

Partí tras de ti cual loca indomable

sin luz de temor, ni rastro de pena,

se mece mi barca al son de verbena;

sus ritmos son cantos de amor codiciable…

 

Hoy fui tu nombre, por ser vida entera

tu alma, tu cuerpo, gozando la suerte;

de compartir memorias, a tu vera.

 

Fui tus besos y lengua, fui tu vientre…

Fui aire, adherida a tu cadera.

La brisa fui, de tu noche más caliente.

 

©Mercedes del Pilar Gil Sánchez 



domingo, 21 de marzo de 2021

Día internacional de la POESÍA

Poesía es ese mar

Cuyas olas se baten

en el centro de tu alma.

Es poesía ese árbol

poesía son sus ramas…

Es amor la poesía,

es tu luz, y esperanza.

Poesía es un niño

que en pañales llega a casa.

Son tus letras poesía

y con ellas tus palabras.

Son poesía tus ojos

que miran en la distancia.

Es poesía tu cuerpo…

Es poesía tu cara

y tu boca con sus besos…

tus caricias para el alma.


©Mercedes del Pilar Gil Sánchez

#AbuelaTeCuenta 


viernes, 19 de marzo de 2021

Entrevista Mercedes del Pilar

Como podréis ver, os comparto la Entrevista del escritor novelista Catalán-Español 
Julio L. Calderón 
a la escritora de cuentos infantiles, poetisa y novelista Gaditana-Española de origen Gallego 
Mercedes del Pilar Gil. 
Gracias Julio.

miércoles, 17 de febrero de 2021

Un día de maravillas y sorpresas con "Verbo no siervo o árbol de las metáforas" De Juan Rafael Mena


Un día de maravillas y sorpresas...

Maravillas que encierran un título "Verbo no siervo o árbol de las metáforas",

sorpresa que en su reparto, ha dejado en mi buzón el cartero.

Nada más recibirlo, rápida deshice el sobre acolchado que por un tiempo le había servido de abrigo... Le ojeé deteniéndome el el prólogo que maravilla en sí mismo, presagia sabias letras sentidas, José Antonio Hernández Guerrero describe el contenido como sólo él sabe hacerlo con verbo inteligente y sabio, tal y como él es.

Un prólogo es una apertura, una guía en muchos casos al tesoro que encierra entre sus páginas un libro

Este libro de Juan Rafael Mena, es tesoro y es sapiencia, es metáfora y es ciencia, es poema y es soneto; es vibrar sobre su don, es alegría y gloria y exaltación de las letras.

Os comparto portada y unas muestras del rico interior, de "Verbo no siervo o árbol de las metáforas.

Un libro que divide su trabajo en partes descriptivas metafóricas, de las que quisiera dar un poco de constancia con estas imágenes...

Cuánto me gustaría ahora saber dar expresión en toda la grandeza que encierra esta obra.

Mil gracias, Juan Rafael Mena, por distinguirme con esta magnífico regalo; libro con portada de un cuadro de María Jesús Rodríguez Barberá y que yo inscribo en ella título y nombre del autor.

MERCEDES DEL PILAR GIL SÁNCHEZ




lunes, 15 de febrero de 2021

San Valentín y, "el diente incipiente"

Felipe, ha sido desde siempre un niño precioso y rubio con ojos color de cielo, su boca pequeña de labios carnosos, facciones suaves, nariz respingona y graciosa que endulza aún más ese, su rostro tranquilo, de dulzura sonriente...

Ha mostrado precocidad el pequeño en renovar sus incisivos de leche, a los que siguieron unas hermosas paletas blancas y bien formadas que fueron premiadas con halagos por todos sus familiares, y hasta el ratoncito Pérez que se había apresurado en llevarse a la ciudad de los dientes perdidos aquellos pequeños dientes lactantes, faltantes hoy en su boca, se frotaba las patas delanteras pensando en que algún día pudiera llevarse aquellas hermosas paletas.

Al parecer, desconoce Pérez, que se trata de “dientes permanentes” que han de dar comienzo un tanto prematuros, al estado adulto del chico…

Lo más terrible ocurrió llegado el tiempo de la comunión de Felipe, cuando por pura casualidad, pasó su lengua por la encía derecha…

¿Qué era aquello que interrumpía la uniformidad de su mandíbula?

Corrió el pequeño hacia un espejo, levantó con su dedo índice el labio superior para dejar a la vista la parte más alta de la encía, y ver en medio de un estupor increíble, el blanco asomo un diente por encima de un canino de los nuevos…

— ¡Mamáaaaa!

— ¿Qué pasa hijo?

— ¡Mira! — dice el niño señalando aquél puntito blanco casi imperceptible, que comienza a despuntar del rosado rojo que le rodea…

— Vaya por Dios, ahora que llega tu comunión ya no podrás reír para las fotografías.

Notó felipe que sus mejillas se llenaban de calor, volvió a mirarse al espejo, y…

No parecía posible que en tan poco espacio de tiempo el blanco asomase con mayor contraste e impusiese mayor obstáculo para su lengua.

— ¿Qué le ocurre a Felipe? — Pregunta el padre.

— Nada, Antonio, que uno de sus dientes ha desviado el camino…

Fíjate tú, a ver qué hacemos ahora con las fotografías…

— Déjame ver… Eso no es nada hijo mío.

¡Valiente tontería!

¡Si el niño tiene que reírse que se ría!…

¡Hasta ahí podríamos llegar… Estaría bueno!...

¡Esas fuesen las desgracias que le vayan a suceder en su vida…

¡Tontadas, no son más que vulgares tonterías!


Pese a la displicencia y la amplitud de aspavientos de su padre “Antonio” a Felipe lo le resonaban como montadas en una rueda que gira y gira, son aquellas palabras de su mamá:

“No podrás reír en las fotografías”

Desconocía por entonces, que aquél blanco creciente, tubiese la fuerza de enturbiar su personalidad y hacer de él un niño distinto para siempre. Lo supo a la mañana siguiente, cuando llegó al colegio, y su mano derecha acudía a su boca de forma automática para tapar esa parte incómoda que pudiera asomar a su conversación o a su sonrisa.

Su labio superior aprendió enseguida técnicas de camuflaje que ni siquiera Felipe pudiera jamás pensar que esa parte de su boca pudiese tener en cuenta con tanta rapidez y maestría.

Aún que… pese a todas estas estrategias, quizá en algún descuido de la mano o del afanado labio del chiquillo, el entremetido de Alberto, se ha dado cuenta del diente incipiente, y…

Como no; gritó en medio del recreo apercibiendo a todos los amigos de la especial blancura…

— ¡Felipe tiene un diente en la encía!

— ¡Pues claro, igual que tú! — Sale en su defensa Alicia

— ¡Que no, que lo tiene encima de la encía!

Yo los tengo por debajo de la encía…

So espabilada —

— ¿A ver? —

Se interesan todos haciendo remolino en derredor de Felipe, a lo que él contestó cerrando con mucha fuerza su boca.

No pronunció palabra en todas las horas posteriores que quedaban de colegio, y hasta recibió un castigo de su maestra por desobediencia, al no responder a ninguna de sus preguntas…


El carácter del pequeño se ensombreció desde ese primer minuto de ese mismo día, no salía a jugar al patio con excusas de tener que estudiar, y si sus maestros protestaban, lloraba en niño y le dejaban en la sala del señor director, aquella media hora de asueto; se encerraba durante horas en su habitación, mientras que el diente, cómodo con el lugar elegido para su brote, emergía al exterior sin más trabas que las de dejarse llevar por el paso del tiempo.

Felipe, cada vez más taciturno, huía de los espejos, de los amigos, y también del colegio… Siemrpe tenía una excusa para obviar cuanto expusiese al mundo, su impertinente diente.


Alicia, su compañera de clase se preocupaba por él, llamándole por teléfono, escribiéndole mensajes por el whatsapp, e interesándose por los problemas de mates que siempre a ambos, les habían preocupado.

— ¿Qué te parece si estudiamos juntos?--- Propone Alicia mostrando gran interés.

— No hace falta que te sacrifiques por mí, Alicia; de verdad que no.

— ¿Desde cuando estudiar juntos dos amigos supone un sacrificio?

¿Voy a tu casa, o vienes tú a la mía?… No aceptaré un “no” por respuesta.

Sólo has de decirme a qué hora…


Quedaron aquella tarde, y la tarde siguiente, y la mamá de Felipe, llegadas las cinco de la tarde, les ponía un bocadillo grande de merienda; tiempo que los pequeños aprovechan para charlar de sus cosas.

Ha observado Alicia en que en esos momentos de relajar sus mentes, la de su amigo, se distiende y olvida de tapar con la mano o con el labio superior, el semáforo blanco que intenta poner obstáculos a la preciosa sonrisa del chico. Ella, le mira embobada, a los ojos, a la boca… Le embelesan sus palabras, mientras que él parece no darse cuenta de la atención de la chica…

Parece… A no ser por ese ligero rubor que cubre sus mejillas…

En uno de esos instantes de especial brujería, se acercan las caras y le besa la niña.


Perdona Felipe, ha sido un impulso que no he sido capaz de reprimir… Eres tan guapo…

Felipe, enrojeció de vergüenza y… su movimiento instintivo volvió a tapar aquél diente desabrido y displicente.

— Me encanta ese diente que asoma de tu encía.

Es tan gracioso, y me gusta aún más ese punto de pilluelo que proporciona a tu rostro de rubito angelical.

Felipe sonrió con la mejor de sus sonrisas.

Hacía tiempo que no recibían la luz sus paletas, y mucho menos, el subsodicho diente.


©Mercedes del Pilar Gil Sánchez

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viernes, 12 de febrero de 2021

Mi Luita es:

Es mi Luita,

una bella princesa

de almohadones mullidos,

de coronas de perlas...

Trajes de mil enaguas,

de guisantes ocultos

en colchones de seda,

y como mi Luita 

es tan coqueta,

se pinta los labios

del color de fresa...

De dragones heridos,

y brujas perversas...

A mi Lúa le gusta

pintarse lunares,

hacerse las uñas 

siempre perfectas...

Ha nacido Luita

como una muñeca,

de ojos delineados

para salir a bailar

los días de fiesta.


👸👸👸👸👸👸👸👸 ©Mercedes del Pilar Gil Sáncez

#AbuelaTeCuenta 


jueves, 11 de febrero de 2021

Vivir, viviendo en pandemia...

El vivir será en pandemia

fiel, simulacro de guerra...

Respirarás sin suspiros,

que el aire, al cuerpo adentran...

Serás un beso sin labios;

oraciones sin dos hilos,

que predicando en desierto,

solo, remueven la arena. 


©Mercedes del Pilar Gil Sánchez

#AbuelaTeCuenta