—Cariño, el miedo no es más que un estado de alerta que presenta nuestro cuerpo, como medida de protección hacia lo desconocido…
Es miedo, lo que sientes al entrar en un cuarto oscuro, y que se alivia después cuando enciendes la luz; o cuando imaginas que un ser extraño ha tomado por vivienda el suelo ocupado por tu cama.
—¿Mamá, el miedo es igual a un susto?...
—Un susto es… algo muy similar, sí; aunque la mayor diferencia entre ambos, es que el susto tiene un efecto momentáneo; el miedo, podría permanecer en nosotros, hasta mucho después de que desaparezca la primitiva sensación que produjo el miedo.
—¿Es contagioso el miedo?
—¿Contagioso?... Claro que podría ser contagioso, y extenderse como epidemia incontrolada hacia múltiples lugares, hasta invadir poblaciones, o países enteros.
Bastaría con creer, sentir, o acontecer una sucesión de hechos inexplicables… Se trataría entonces, de un pánico colectivo… Algo bastante complejo para explicarte a ti, Merceditas…
—¿Pánico mamá?... ¿Colectivo?... ¿Epidemia?... ¿Qué son, mamá?...
—¡Ay, Merceditas… qué difícil me lo pones!...
—¿Por qué mamá?
—Porque es difícil para las madres no usar palabras que las niñas como tú no comprenden…
Verás, mi Marisabidilla… El pánico es muy similar al miedo… Colectivo, es que reúne a mucha gente… y… una epidemia es algo que se extiende descontrolado.
—¿Cómo un chicle, mamá?
—Bueno… en otro momento te lo explicaré mejor… Ahora, mamá está haciendo la comida… y… ya no sé si le habré echado la sal al guiso…
—¿Qué guiso mamá?
—Del que le gusta a mi preciosa Marisabidilla…
—Ah…
¿Existe algún elixir para el miedo?...
—¿Elixir?… Ummm… Bueno, pudiera ser que la autoconfianza, no nos dejarse llevar por creencias imposibles… ¡No sé; Merceditas… No sé si existen elixires para el miedo!
Los elixires son pócimas mágicas, y no siempre tiene fuerza la magia para invertir el pánico, o deshacer hechizos…
—¡Los hechizos son de brujas mamá!
—Pues entonces, tú eres mi brujita preciosa…
—¿Por qué?...
—Porque tienes hechizada a mamá mi tesorito… mi caramelito canela; mi chiquitina… ¿A que aquí tienes cosquillas?...
—¡Ja ja jaja!!!!
—¡Te como!
—Mamá… ¿El miedo es hereditario?
—Muchas veces sí…
¡Ya está… No contesto más! ¿Quieres probar el guisito?...
—¿A que las mamás no tienen miedo?....
—Las mamás tienen miedo siempre, mi pequeña pecosita.
©Mercedes Del Pilar Gil Sánchez
#AbuelaTeCuenta
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