Aprendamos a transmitir a los hijos que los demás, los compañeros, los vecinos, la gente que nos rodea, es idéntica a nosotros y dignos del mayor de los respetos. Aprendamos a saber comportarnos porque la enseñanza de los pequeños está en nosotros, en saber aceptar al prójimo con sus defectos. No dejemos en el aire que los demás son imperfectos, faltos de naturalidad o carentes de derecho a la vida. Pensemos que "el prójimo soy yo mismo"
Debemos enseñar aprendiendo, a través de la tolerancia, de la empatia, del respeto ante lo que consideremos defectos de los demás.
Los defectos, algunas veces son pequeñas virtudes que a nuestros ojos aparecen exacerbadas o innecesarias. Aprendamos a comprender para transmitir a nuestros descendientes la tolerancia y la igualdad de derechos. Sintámonos a gusto entre la diversidad, entre las distintas personalidades de nuestros semejantes.
La tolerancia te hará crecer. La empatia te hará ver que ante problemas iguales, somos todos iguales.
El cariño hacia los demás te aseguro que te hará mucho más feliz. Encaminemos a nuestros descendientes hacia un pensamiento positivo. Vivamos para hacernos felices y ser felices.
© #AbuelaTeCuenta Mercedes del Pilar Gil Sánchez