He visto salir el sol;
no parecía contento...
lleva orejillas gachas
y mira hacia el desierto
a un oriente cercano
que bulle modificado
de penuria y malos vientos.
Me fijé que a sus ojos
dos lágrimas acudieron
que emulando volcanes,
evaporan al momento.
¿Estás llorando Sol mío?
Pregunté acontecida
y me contesta al tiempo…
Lloro por niños y niñas
Por todos esos pequeños
que sin infancia crecieron;
desconociendo que el aire,
de flotante olor a pólvora
en orígenes carece...
Y... va llegando la tarde
y el sol ya se marchaba.
a bañarse en los mares
de nuestro globo terrestre,
para ser fotografiado
entre su pompa celeste.
De paso que él se baña,
Poniendo paz en su mente,
para vestirse de gala,
a la mañana siguiente.
©Mercedes del Pilar Gil Sánchez #AbuelaTeCuenta
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