Se ha muerto el poeta,
que naciera conmigo...
se... murió sin más ruidos...
Ayer, quise escucharle
Y… el poeta no habló.
Falleció de tristeza
por traiciones de amigos.
Paralizó su sonrisa...
del dolor sucumbió.
Fue perdiendo el sentido
de trinada, y de ritmo.
Al perder equilibrio
su fortaleza aplastó.
Le enterré en un cerro;
pues, allí, en la tarde,
luce y calienta el sol.
He dejado una rosa
la clavé en su pecho...
¿Te servirá mi poeta
de singular corazón?
Se ha muerto el poeta
Que llevaba por dentro…
Se desliza en el río
Del olvido de Dios.
Tardaré en olvidarte,
querido poeta herido...
Acostumbré mis oídos
a tus risas, locuaces,
a tus llantos sentidos
a tus vientos de nanas
al rumor continuado...
del sentir de ilusión.
Se me ha muerto el poeta
que naciera conmigo...
esbozando sus penas
con tristeza y dolor.
Copyright 2.020 Mercedes Del Pilar Gil Sánchez
#AbuelaTeCuenta
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