Esta mañana temprano
comenzó un gran viaje
lavadora de abuela.
¿Deseaba vacaciones?
¿Se cansó de lavar ropas?
¿A dónde vas lavadora?
Pregunté con voz muy queda...
No respondió mis
preguntas
la lavadora viajera.
Se soltó de su enchufe
y corrí detrás de
ella.
En ese nimio instante...
Lavando a mano las
prendas
imaginé a mi abuela.
Lloré, pues esa imagen
llenó mis ojos de
pena.
Al comenzar sus
andares,
la seguí. Seguí sus
pasos…
Me intrigó a dónde
fuera
y concluyó su viaje
en alcoba de abuela.
Se enamoró Lavadora
de un aparato gastado...
Un aire acondicionado
chuchurrido, de mi abuela
que debió nacer con
ella.
Pude verles abrazarse,
en el cuarto de abuela.
Les vi besarse, amarse...
Les vi, olvidar tristezas...
Les vi, que ambos lloraban
de dicha alborozada,
de verse, la lavadora
abandonar la nostalgia,
verse de amor
cubierta...
Les vi llorar
extasiados,
Les vi quererse sin
penas…
Este amor viene de
lejos
me contó después abuela,
de un día acalorado,
que Aire Acondicionado
heló en la noche la
cena.
Lavadora, desde
entonces,
esperó al aparato
regresar junto a ella.
Le llamó con sus
ruidillos
y al no hallar
respuesta
decidió salir andando
hacia un amor de vida...
Hacia la vida más
bella.
No está sola, Lavadora
Tiene su amor con
ella.
©Copyright © 2017 All rights reserved Mercedes del Pilar Gil Sánchez #AbuelaTeCuenta
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