¡Que suban las “rosas”!
dijo
el conductor de la barca,
lanzando una lisonja,
dirigida hacia mí,
y mi amiga, Margarita.
lanzando una lisonja,
dirigida hacia mí,
y mi amiga, Margarita.
- Perdón… no soy una Rosa,
mi nombre es, Margarita –
mi nombre es, Margarita –
Contestó
mi amiguita,
enfadada, y coquetuela.
enfadada, y coquetuela.
- ¡Suba entonces…
la Rosa! y la Margarita -
la Rosa! y la Margarita -
mejor,
un ramillete,
que una única flor.
que una única flor.
Ganaremos en belleza,
en perfume, y en candor.
en perfume, y en candor.
Aquél día Margarita...
floreció de puro amor.
floreció de puro amor.
Copyright © 2015 AbuelaTeCuenta All raights reserved
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tus comentarios son utiles e importantes
Gracias por tus palabras.