El ruido de la lavadora,
repetía incansable:
¡Disfruta!
¡Respira!
¡Vuela!!!
¡Disfruta!
¡Respira!
¡Vuela!!!
¡Disfruta!
¡Respira!
¡Vuela!!!
Abrí la ventana,
Disfruté del aire,
Respiré profundo,
¡Volé!
Me di un baile de aire
hermoso y rotundo.
Mi cuerpo etéreo,
erráticamente imperecedero,
circundó lo eterno.
Circundó la Tierra
Circundó la Tierra
Montando en el viento.
Saludó este mundo
Airoso, volátil...
Extremo... ¡Profundo!
Saludó este mundo
Airoso, volátil...
Extremo... ¡Profundo!