Dedicado a Serafín y a sus hermanas, cuando eran pequeños. Los ojos de la nocturnidad —Sentaos aquí Paqui y Pili; no, así no… Debéis peg...

En la presentación: Me asomé a mirar y enseguida, me senté la primera y en la primera fila. Escuché a mi abuela (que siempre va detrás de mí...

  Cada día en Instagram leo jóvenes frases dictadas por un sinfín de desesperanzas.  Quizá lo de, esta red social o el postureo, el culto a ...

Hace dos días, le compré a mi niña un pijama – disfraz para la noche de Halloween con el que simulará ser una rica calabaza… Le ha encanta...

Los habitantes de la antigua Roma gracias a su ansia conquistadora se habían hecho adictos a la sangre, y con ello, adictos a embriagar sus...

Debía salir a la calle; esta mañana le agobiaba la casa… Dejó todo sin hacer y salió como expulsada por un tirachinas de tamaño desco...

Un certero párrafo se clavó en mi mente y allí anidó con la loca intención de hacerlo a perpetuidad.  ¿Certero? “El que calla otorg...

No entiendo qué me pasa, pues me acabo de despertar… Recuerdo haberme acostado ayer a las 22.00 horas y me he despertado ahora, he mirado e...

Desde que te marchaste... Desde aquel horrible día, que tus pasos dirigías  hacia un lugar sin regreso,  mis días ya no son días,  ...

Tras la reja que me separa de la arena, recuerdo los días felices a muchos pies de distancia de Roma, en la hoy Tracia Romana, donde mi po...