Un herpes travieso
Se sentó en mi nariz
A comer pan con queso
Y chuparse un pirulí
¿Te parece bonito
Hacer campamento aquí?
¿Es que no existen hogares
Que no sean mi nariz?
—Perdona, estaba libre…
Y me he quedado a vivir.
Tiene tan buenas vistas,
Se está tan a gusto aquí…
Espero no molestarte,
¿O quieres que pida un taxi?
Quedaré desprotegido…
No tendré dónde dormir…
Está la noche tan fría…
Me helaré, te lo advierto.
Si me marcho hoy de aquí.
—Si no existe otro remedio,
Si te gusta mi nariz…
Tendré que habituarme,
A verte sentado ahí.
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