El
incómodo cadáver del mediador familiar, comenzaba a oler, Rebeca continuaba
acurrucada en un rincón mesándose los cabellos, no podía sobreponerse al hecho.
Todo
ocurrió tan rápido…
Peleábamos
en el jardín, justo en el momento que entró el ahora finado, Rebeca me había
lanzado su zapato de plataforma que fue a caer con el tacón hacia arriba.
El
infeliz tras tropezar, en el pequeño escalón de la entrada, perdió el
equilibrio cayendo sobre el tacón de quince centímetros. Allí estaba el hombre,
con la cara cubierta por el zapato y el tacón de aguja clavado en la frente. Copyright © 2015 AbuelaTeCuenta All raights reserved
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tus comentarios son utiles e importantes
Gracias por tus palabras.