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lunes, 31 de julio de 2017

Me revestí de tu sombra

Me revestí de tu sombra,
y te quise tal cual eras, 
para llenarme del lujo
de pasear a tu vera.

©Mercedes del Pilar Gil Sánchez #AbuelaTeCuenta

domingo, 30 de julio de 2017

Bendita paga extra!!!

La paga extra de verano le llenó de satisfacción y pensó en el mismo instante que fue cobrada en cómo deshacerse de ese dinerito inhabitual sin que supusiese para él ningún problema de conciencia. 
Esta vez, no ocurriría como cuando compraba zapatos, o algunas imprescindibles prendas para el diario vestir; ocurría siempre, que su conciencia le hacía reprocharse a sí mismo haber gastado más dinero del que debía.
Los tiempos estaban duros, y trabajar, no suponía una garantía de no pasar hambre, si no se poseía una conciencia exhaustiva de los “gastos” realizados en el hogar.
Sabía que el dinero de la paga extra volaría de un plumazo sin sentir, sin que tuviese tiempo de degustarlo, de tenerle, de contemplarle entre sus manos…
¡Nada importaba!
¡Nada impediría aquel  gasto gustoso!
¡Nada!
¡Por fin conseguiría, lo que tanto ansiaba!

Es cierto, él únicamente pensaba “hasta ese momento” en bienes tangibles, como podrían ser: Pasar a conseguir la propiedad de un coche, o poder gozar en su salita de estar, de una pantalla televisiva de esas enormes, led, de ultimísima generación de la que tantas  ganas tenía…

Se hallaba seguro de que no habría lugar para contabilizar activos, o pasivos, a hacer balances, cuadrar cuentas… Ocurriese lo que ocurriese, la cuenta final, vendría a conseguir resultados más que positivos.

Ya había solicitado el billete desde hacía más de seis meses...
El mismo tiempo que llevaba hablando con ella, dedicándole a través de internet las horas de asueto que su vida laboral le permitía...
Necesitaba tanto su voz…
Necesitaba el rumor de su aliento adentrándose en su oído…
Necesitaba... 
Sentir en su piel las caricias que la cálida voz de la amada, entre susurros interrumpidos por un forzado clímax prometía.
Necesitaba su boca, su cara, su piel, y enterrar las manos entre la negrura de sus cabellos, asirse a ellos y acercarla hacia sí con la máxima de las ternuras para una vez unidas sus pieles, estrujarla contra sí hasta dejar de sentir esa sensación de pérdida que le consumía por dentro, esa ansiedad provocada por la distancia, la angustia y la pena que el deseo de tocarse provocaba en él con mayor fuerza cada día transcurrido sin poder calmar la Ansiedad, el Deseo... La Incertidumbre... La Prohibición... El Desconocimiento... La PENA.
¡Sí, la necesitaba! Más que el respirar, más que el saciado del hambre o de la más angustiosa sed.

Y era así como transcurrían todas sus conversaciones con Stella Maris, con un grito creciente día a día, acallando una necesidad palpable, más tangible que sus cuentas, que sus ahorros, que un flamante automóvil o un televisor led de sesenta pulgadas.

Anoche, repasó que no faltase lo más preciso en su maleta, y a las doce y diez de este mismo mediodía, llegó a un aeropuerto madrileño con destino a Caracas, en Argentina.

El letrero: 
“Desde hoy, treinta de julio, y hasta nuevo aviso, quedan SUSPENDIDOS LOS VUELOS CON DESTINO A CARACAS”
Le dejó pegado al suelo como si éste estuviese anegado por un pegamento inconsistente, blando, que le tragaba sin consideración alguna, hasta una longitud que sobrepasaba la altura de su cuello.
©Copyright © 2017  All rights reserved  Mercedes del Pilar Gil Sánchez  #AbuelaTeCuenta

sábado, 29 de julio de 2017

Una historia de AMOR

Sucedió una mañana...
Ya bien llegadas las dos.
Se encontraron en un plato,
Cuchara, y Tenedor.

Fue flechazo de momento.
Fueron miradas de amor.
Un Cuchillo que cortaba,
se interpuso entre los dos.

Pero pronto, con dos manos,
un comensal les unió.
Aprovechando el momento,
se abrazaron con pasión.

Crecieron, sus sentimientos,
fueron creciendo en amor.
Muy pronto ya, se casaron...
¡Qué feliz Doña Cuchara!

Luce tocado de boda,
y un merengue de mantón.
Será feliz para siempre,
con su galán, Tenedor.

Cucharillas, de mermelada,
Tenedorcillo de tarta,  
de postre rico, de arroz,
nacieron, como retoños...

De esta historia de amor.

©Copyright © 2017  All rights reserved  Mercedes del Pilar Gil Sánchez  #AbuelaTeCuenta

domingo, 16 de julio de 2017

Un conflicto mañanero


Por la mañana temprano
Llevo a pasear a mi abuela
La llevo, a un comercio
En el que venden muñecas.
Le muestro el que me gusta…

Con sus faldones y tocas
Con biberón y sus platos
Con sus trajes y pijamas
Con mantones y chupetas…

Demuestro, cuánto me gusta…
Pregunto, a la dependienta…
Del precio se escandaliza
Mi comedida abuela…

¿¡Pues no dices que te gusta!?
¿¡pues no has venido a la tienda!?
¿¡Para qué he de preguntar
Si no me lo compras… abuela!?

©Copyright © 2017  All rights reserved  Mercedes del Pilar Gil Sánchez  #AbuelaTeCuenta

Un camino hacia el amor

Esta mañana temprano
comenzó un gran viaje
lavadora de abuela.
¿Deseaba vacaciones?
¿Se cansó de lavar ropas?
¿A dónde vas lavadora?
Pregunté con voz muy queda...
No respondió mis preguntas
la lavadora viajera.
Se soltó de su enchufe
y corrí detrás de ella.
En ese nimio instante...
Lavando a mano las prendas
imaginé a mi abuela.
Lloré, pues esa imagen
llenó mis ojos de pena.
Al comenzar sus andares,
la seguí. Seguí sus pasos…
Me intrigó a dónde fuera
y concluyó su viaje
en alcoba de abuela.
Se enamoró Lavadora
de un aparato gastado...
Un aire acondicionado
chuchurrido, de mi abuela
que debió nacer con ella.
Pude verles abrazarse,
en el cuarto de abuela.
Les vi besarse, amarse...
Les vi, olvidar tristezas...
Les vi, que ambos lloraban
de dicha alborozada,
de verse, la lavadora
abandonar la nostalgia,
verse de amor cubierta...
Les vi llorar extasiados,
Les vi quererse sin penas…

Este amor viene de lejos
me contó después abuela,
de un día acalorado,
que Aire Acondicionado
heló en la noche la cena.
Lavadora, desde entonces,
esperó al aparato
regresar junto a ella.
Le llamó con sus ruidillos
y al no hallar respuesta
decidió salir andando
hacia un amor de vida...
Hacia la vida más bella.
No está sola, Lavadora
Tiene su amor con ella.

©Copyright © 2017  All rights reserved  Mercedes del Pilar Gil Sánchez  #AbuelaTeCuenta

domingo, 9 de julio de 2017

Atrapando Recuerdos

Atrapando recuerdos


En mis viajes a la luna

suelo atrapar mil recuerdos,

reflejos de luna, luna,

que se prenden en mi pelo.

Collares de piedra luna

que saben a caramelo.

Pulseras de miel de lluna

cerradas pronto en mis sueños.

Remedios de luna oscura

para guardar los recuerdos.

¿Quieres venir a mi luna...

Que es volar tu anhelo?

Remóntate hacia mi nube

Elévate, apóyate en mis cabellos.

Llegaremos a mi luna

en su fase más redonda,

¡Patinaremos su hielo!

viernes, 23 de junio de 2017

Una explosión pinturera

La calidez de la tarde hacía mella en mi cuerpo. Llevaba horas pintando y el sudor invadía mis calzones después de haber inundado y traspasado la ropa interior que notaba en extremo pegada a mi cuerpo. Pensé que si continuaba de ese modo, desaparecería en un charco de líquido exudado por mis glándulas sudoríparas en extrema actividad. Mis reflejos, intactos al clarear la mañana empezaban a flaquear por acumulo de cansancio. Comencé a notar como primer aviso la pesadez de mis brazos, la turbieza en la mirada, y en el pulso de mi mano que obligaba a la brocha cargada de pintura a realizar líneas onduladas en vez de las impertérritas rectilíneas que sin esfuerzo alguno, deslizaba sobre la pared esta misma mañana.
Sin cejar en mi esfuerzo, llegué al tramo final del techado que cambiaba un tono parduzco y sucio por un nítido y pulcro blanco inmaculado que parecía haber inundado de suave luz el cielo de un pasillo que va del cuarto de baño a la entrada de la casa.
Respiré de sano alivio al pensar en el merecido descanso que me esperaba…
Moví la escalera y entonces…
En un ínfimo instante… El recipiente que contenía la pintura cayó desde más de un metro de altura.
Su contenido chocó junto al cubo contra el suelo y como en una estampida descargada por un trueno la pintura rebotó hacia arriba en busca de todas las direcciones posibles, deteniéndose acá y allá como una ruleta de suerte extraña; como un pintor poseído por la locura que intentase pintar sobre fondo oscuro un cuadro de insólitas flores blancas.
Paralicé de pánico y estrépito…
Dirigí hacia arriba mis ojos que el sudor inundaba, y al poco, se confundieron con el sudor dos lágrimas…
Lúa mi pequeña perrita acudió a ver qué me pasaba. No tuve voz para detenerla. Me miró sin comprender nada. Mojó de pintura sus patas y pintó florecillas de huellas en el pasillo, el salón, la cocina, la sala… Repitió, repitió varias veces, las flores que al principio esparcía solitarias,  poco a poco, con gusto de unión, en nutridos ramos se juntaban.
No conforme mi Luita con formar ramos de suelos, subió al sofá y formó en él ramos con hojas y ramas.
No me quedaban ganas de limpiar, no podía… mi cuerpo no respondía, y optó por no hacer nada.
Me puse la camiseta, me revolqué en la pintura, me convertí en “nube blanca”

Huí, salí de la casa justo por una ventana, floté en el horizonte y llené mi nube de dulce blanca agua.
©Copyright © 2017 AbuelaTeCuenta All rights reserved  #AbuelaTeCuenta

jueves, 15 de junio de 2017

Hoy, comemos en el jardín



¡Comeremos en un jardín!
Me prometía mi abuela
Mientras llevaba sus pasos
Hacia su casa de vuelta…
Mas… al llegar a su casa…
Abuela ¿Dónde está el jardín?
Me mostró una ensalada
Que había hecho para mí.
Me costó. Me costó mucho…
Me costó en un principio,
Ver a la ensaladera,
Disfrazada de jardín...
Apareció ya en mi plato,
Apareció para mí.
Como en un acto de magia
Como puesto por un hada,
De pronto… El jardín estaba allí.
Con su césped de lechuga,
Las margaritas de huevo
Canónigos que eran trébol,
Vinagrillos de maíz
Tulipanes que en tres tonos
Alegraban mi jardín,
Que se hacían de pasta,
En tres colores,
Entre ellos, el carmín.
Me gusta, me gusta mucho
Comer tan rica ensalada
Sentadita en mi jardín.

© Copyright Mercedes del Pilar Gil Sánchez #AbuelaTeCuenta

lunes, 12 de junio de 2017

Ay, mi abuela que está tan loca...



En la mañana de ayer
fui a nadar con mi yaya
me llevó a la piscina
que está cerca de su casa.

Me enseñó a hacer la "boya"
una forma redondilla
que no es verso ni es prosa
que ella hace en la piscina
y no nada... Sólo flota.

Me enseñó a hacer la "gamba"
una forma en que ella nada,
que no es natación... Es broma.

Me reí, me reí tanto,
que casi, casi, la risa me ahoga.
Mi abuela que es chiquita,
encogida como boya,
desplazándose como gamba...
llorando de risa loca...

Y ella que siempre dice:
¡No me hagas reír...
que me ahogas!

© Copyright Mercedes del Pilar Gil Sánchez #AbuelaTeCuenta

domingo, 11 de junio de 2017

Demasiado???



Cuando el tiempo se excede
y el aire que roza tu cuerpo,
te envuelve en: demasiado...
Cuando la esperanza se cubre
de ausencias, de pérdidas
excluyentes en demasiado...
Cuando los albores primeros
de vida cuajan en destellos
cobrizos en... Demasiado...
El dilatar del tiempo, el fluir de los días,
La esperanza huida...
La vida, el rutilar de estrellas,
el sol, el universo flotando...
El infinito embriaga tu cuerpo
que pierde medida,
y el tiempo revienta en sí mismo
en frutos corruptos de, DEMASIADO!


© Copyright Mercedes del Pilar Gil Sánchez #AbuelaTeCuenta