martes, 28 de febrero de 2017

La quiere su madre!



¿Por qué la quiere su madre? 

¡Porque es bonita!

¿Por qué la quiere su madre?

¡Porque es chiquita!

La quiere su madre... 

¡Por ser, chiquita y bonita!

Y la niña la mira,

Y la niña sonríe,

Y a la niña embelesa.

La quiere su madre,

La mima, y la besa.

©Abuela te Cuenta #AtuelaTeCuenta

  GRACIAS!!!!
Me gusta aprender, por favorComenta! 
Mercedes del Pilar Gil #AbuelaTeCuenta  


viernes, 17 de febrero de 2017

La Abuela en Radio La Isla Con Ramón Luque GRACIAS!

En Radio La Isla El programa "A Vueltas con la Literatura" de Ramón Luque Sánchez.
Muchísimas gracias Ramón, por cuidarme tanto. GRACIAS!!!!


http://www.ivoox.com/a-vueltas-literatura-ramon-luque-audios-mp3_rf_17069590_1.html

miércoles, 15 de febrero de 2017

Feliz dia del AMOR...


Cruzar el mar de tu amor

Me embarcaré en tu amor, que es de locura
A poblar otros mundos,
A plantar, de simientes otros huertos.
Conquistar, con caricias mundos nuevos
En los mundos ya poblados y ya viejos.
Servirá a tu barco, como aire mis suspiros.
Como velas, el deseo de mi aliento.
Como mar, de sostén nuestros amores,
Y tendremos la pasión como alimento.

©Abuela te Cuenta #AtuelaTeCuenta


Te vi... 

Te vi, 
En el paseo continuo de mis deseos
Vislumbré tus suspiros, 
Fundiéndose entre mi amor, 
Entre la desmedida tormenta de mis besos 
Mascullé sin voz, la belleza de tu nombre, 
Mientras masticaba, una a una, 
Cada una, de sus letras suculentas. 
Deseé, mi amor, que tu nombre... 
Fuese el nombre más extenso, 
El más grandioso nombre de la tierra. 

©Abuela te Cuenta #AtuelaTeCuenta

Y... llegó el amor

Llegaste a mí, amor,
En la mañana
Maduraste mi tarde,
A una hora temprana
Llegó tu ardor,
A ver la luz
De la alborada
Y se volatilizó
En la niebla de hielo
De una fresca madrugada


©Abuela te Cuenta #AtuelaTeCuenta
Mercedes del Pilar Gil #AbuelaTeCuenta  

lunes, 13 de febrero de 2017

Yo no soy susceptible!

Nunca he sido susceptible
Jamás, me ofendo por nada
¿Recuerdas que me dijiste
Ayer por la mañana?
Que si tenía bigote…
Que si mi cara era rara…
Pues yo, no me he enfadado.
No mostré ningún recato
En decir que un zapato,
Me parece a mí tu cara.
Sin enfados, sin berrinches…
Sin hacer caso de nada.
¡No, yo, no soy susceptible!
¿Recuerdas la otra semana…
Que me miró mal tu hermana?
Pues yo, no demostré nada
Seguí a lo mío, pasé,
¡Pasé de estar enfadada!
Le rompí la camiseta
Que tenía, en su cuarto doblada.
La que tú le regalaste,
Y que tanto le gustaba.
¡Lo ves, no soy susceptible
Y no me enfado por nada!
Me gusta aprender, por favorComenta! 
Mercedes del Pilar Gil #AbuelaTeCuenta  


domingo, 12 de febrero de 2017

Paséame Caballito...

¿Quieres llevarme a tu grupa
Mi caballito trotón?
Galopar por verdes prados,
Donde no abunde la nieve
Y luzca en el cielo el sol.
¡No has de temer a las riendas
Caballito relinchón!
Que de las feas correas
No he de hacer uso yo.
¿Te estremecen mis espuelas
Estas que lucen al sol,
Pero no ves caballito
Que sólo son de cartón?
Si las tocas, son blanditas,
Como soplillos de luna,
Como claveles en flor.
No receles de los malos,
Caballito de ilusión.
Que ceñida a mi cintura
Cabalgará mi Tizona
que si hay que defenderte,
se transmutará en un Tizón.
¡Paséame un ratito
Mi caballito trotón!
Paséame despacito
Antes que se ponga el sol,
Para soñar con caminos
De arcoíris de color.
¿Y si te doy un besito,
Y si te doy de mi cena
Hecha de luz y de amor?
¡De la que no lleva agua,
Que no derrita el cartón!
Me gusta aprender, por favorComenta! 
Mercedes del Pilar Gil #AbuelaTeCuenta  
 Copyright © 2017 

miércoles, 8 de febrero de 2017

Puente de la Constitución de Cádiz


Pétreo cuerpo de carriles valientes
Que alzas tu frente, hacia nubes lucientes
Tus hombros acogen, tirantes turgentes
Resistiendo tu peso, coloso fornido
Poeta de vientos, cantante abatido
Peinando levantes, ponientes y orgullos.
Consiénteme cruzar tus brazos desplegados
Bellas alas de cisne, unión de caminos
Permite contar tus tirantes exclusivos.
Titán de mareas, galán de oleajes
Recostado en aguas, de bellos linajes.
Descubres, la inmediatez de unos cielos
Henchidos de estrellas y, astros celosos
Que ante tu belleza, se muestran sin luces...  
Opacos, perdidos... Ocultos, dudosos.
Me gusta aprender, por favorComenta! 
Mercedes del Pilar Gil #AbuelaTeCuenta   Copyright © 2017 


sábado, 4 de febrero de 2017

Morir en Roma

Los habitantes de la antigua Roma gracias a su ansia conquistadora se habían hecho adictos a la sangre, y con ello, adictos a embriagar sus cuerpos con dosis cada vez mayores de  su propia adrenalina.
Las sangrientas gestas de sus guerreros en los distintos campos de batalla, eran capaces de llegar a Roma antes que ellos mismos; les precedían hazañas de descuartizamientos de aprensiones de esclavos, de represiones a pueblos lejanos y ajenos, consistentes en vestir árboles desnudos, con personas colgadas boca abajo a las que dejar morir de sed e inanición en lentas agonías. De poblar caminos con crucificados, violaciones de mujeres casadas y robos de vírgenes para ser mancilladas en ventas al mejor postor, sin mostrar un ápice de respeto por las ajenas vidas en países ajenos.
Los pobladores civiles de Roma llenaban sus oídos de barbaries que corrían de boca en boca atribuidas a centuriones, o decuriones, a signifiers que permanecían impasibles en medio de la batalla dando honor y prestigio a su estandarte, portándolo y llevándolo a salvo a la primera línea de la contienda, o a alguno de los gregarius que sobresalían de entre los miles de gregarius que acudían al campo de batalla. Los civiles gozaban de estas gestas imaginándose protagonistas, recreando en sus mentes las hazañas contadas de boca en boca como propias. Pero eso, poco a poco se iba haciendo insuficiente; la plebe romana necesitaba ver. Necesitaba sentir el placer de la sangre, poder oler el dolor de la lucha, gozar de batallas cuerpo a cuerpo… Necesitaban sentir en sus ojos el poder de una evisceración en directo, la amputación durante un combate de brazos, dedos o piernas a cargo de afiladas hachas, puntiagudas espadas, o notar el estremecimiento del pánico de un hombre atrapado en una red y que es sabedor de que en unos segundos arrebatarán el alma de su cuerpo.
Los habitantes de Roma, se habían aficionado a la lucha, sin luchar, sin participar en algo tan excitante, tan digno y tan atractivo como ganar en una batalla.
Los pequeños se ejercitan en la lucha antes de dejar el pecho de sus madres para ser convertidos en nuevos reemplazos de gregarius una vez terminado su crecimiento, o antes de alcanzar el punto de madurez de la adolescencia, para hacer realidad sus sueños de lucha cuerpo a cuerpo, o el sueño originario de contienda de sus propios padres.
Para dar rienda suelta a la obviedad de hambre de descargas adrenalínicas se fueron construyendo fosos de pelea del que ninguno de los contendientes tenía de él escapatoria alguna. Estos pequeños fosos no calmaban el apetito de sangre de los romanos, carecían de cómodos asientos, de aforo suficiente para que pudiesen disfrutar el espectáculo más de un puñado de hombres…

Los romanos necesitaban disfrutar en plenitud poblacional, necesitaban formar auténticas jaurías de personas enardecidas a favor de la aniquilación y de la muerte. Sí, los romanos necesitaban inmensos recintos que poder bañar de múltiples sangres de múltiples hombres nacidos para morir matando romanos en países lejanos conquistados por Roma.
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Mercedes del Pilar Gil #AbuelaTeCuenta   Copyright © 2017